Estudiantes de la Universidad Central de Venezuela (UCV) denunciaron que en los últimos once años al menos 18.000 estudiantes han dejado las aulas de clase de esta casa de estudio por la grave situación que vive el país.
Albern Mendoza, consejero de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales (Faces), manifestó que «para el 2019 se espera que la población y la matrícula estudiantil culminen con al menos 30.000 estudiantes y hace apenas 11 años teníamos 48.000, esto porque no tienen la capacidad de subsistir en la UCV».
Los alumnos de Faces hicieron una investigación basándose en la cantidad de personas que participaron en los comicios para elegir a los nuevos líderes estudiantiles, la misma indica que entre 1.000 y 2.000 estudiantes dejarán de asistir a la universidad para el cierre de este 2019.
Según Mendoza, los jóvenes del país deben priorizar entre su educación y su alimentación. Situación que empeora para quienes viven en el interior y desean formarse en la ciudad capital, ya que las residencias resultan impagables.
«Al menos, el 47% de los estudiantes llega a la universidad sin desayunar», alertó.
Además de que la»beca que reciben los estudiantes es de 910 soberanos», monto que resulta insuficiente y con el que solo se puede pagar un viaje en el transporte público. «No nos alcanza el dinero para pagar siquiera las copias», detalló.
Falta de inversión
«En vez de asegurarse la posibilidad de acceder a la educación universitaria, el socialismo del siglo XXI lo único que ha hecho es destruir la capacidad del estudio», manifestó el líder estudiantil.
Las universidades públicas dependen netamente de la inversión del Gobierno Nacional a través del Ministerio de Educación Universitaria. En el caso de la UCV, «desde hace unos 11 años» el presupuesto de inversión es el mismo, por lo que no es suficiente para costear el transporte y mantener las puertas del comedor abiertas.
Esta situación también ha influido en el mantenimiento de la infraestructura. «El edificio de Faces que consta de ocho pisos, cuenta con 16 baños, sin embargo, solo se encuentra operativo un baño que no cumple con las condiciones necesarias», aseguró Sánchez.
Además de ello, la inseguridad reina en esta alma máter. La falta de iluminación y la insuficiencia, en lo que respecta a capital humano para resguardar a la infraestructura. Los alumnos, profesores y personal obrero se enfrentan al menos a «uno o dos robos al día», aseguró.
Educación = Futuro
Los jóvenes que hacen vida en la UCV exhortaron a los líderes políticos del país, «actuales y del futuro» a que no se olviden de la universidad a la hora de implementar las políticas públicas.
«Creemos en la universidad del futuro, una universidad distinta que no dependa única y exclusivamente del Estado», dijo el consejero de Faces.
Las condiciones laborales de los docentes también deben mejorar, ya que los salarios que perciben no son suficientes para cubrir sus necesidades básicas como lo son la salud, la alimentación y el transporte; por lo que los mismos «hacen un esfuerzo día a día para dar clase».
