Denuncian alarmante cifra de neonatos fallecidos en Hospital Central de Valencia
Heberlizeth González-Carabobo
@heberlizeth
José Gregorio Duarte tiene 40 días apostado frente a la emergencia de la Maternidad Hugo Chávez Frías, en la Ciudad Hospitalaria Dr. Enrique Tejera (Chet), de Valencia, cuando ingresaron a su hija. Desde entonces ha visto sacar varios bebés muertos. Lleva la cuenta de cada cadáver que pasa hacia la morgue. La cifra concuerda con datos internos del centro médico: 120 neonatos han fallecido en ese lapso.
El hombre se ha convertido en testigo de la grave situación que atraviesa la maternidad, aunque esto no es nuevo. El 8 de febrero ingresó a su hija. El bebé, su nieto, pasó a ser parte de la misma historia fatal que enluta a mucha madres carabobeñas. Él y su familia han tenido que vender telefóno, televisor y hasta la poca comida que tenían para costear los gastos de los insumos médicos. «Todos los niños mueren por la misma razón. Si dicen que hay una bacteria por qué no cierran el hospital. Prefieren que mueran más a cerrarlo», se pregunta Duarte.
El relato de la familia Carvajal Bracho no es distinto. Liam falleció tres días después de su nacimiento. La causa sería asfixia perinatal severa e hipertensión pulmonar, según lleva plasmado en una agenda la abuela del bebé, tras recibir un informe médico. «Los niños mueren por shock séptico y nosotros lo que queremos es que hagan una revisión total del área donde están los bebés porque no es justo que estén muriendo todos los días. A las madres, entre 17 y 20 años, les hacen histerectomías. Exigimos una investigación», comentó la mujer.
Arianna tiene 19 años. Su primogénito era Liam. Ya no podrá volver a tener a un hijo entre sus brazos porque le sacaron el útero, luego de contraer una bacteria hospitalaria. Llegó a la Chet el 7 de marzo, en medio del apagón, y referida del Hospital Carlos Sanda de Güigüe. Iba con una orden para que le practicaran una cesárea. Dos días después intentaron sacar al bebé en parto natural, pero hubo complicaciones que la llevaron al contaminado quirófano, cuentan familiares. Finalmente, nació Liam, tenía dos rasguños en un hombro y otros dos en el cuello.
Un par de días despúes, Oriana Bracho, retiró a su sobrino de la morgue de Valencia. En carne propia experimentaba cada historia de familias que han perdido a su recién nacido: «Sin mentira, en el congelador había más de 10 bebés muertos que habían llevado en dos días».
En la morgue mantienen los cuerpitos en un freezer blanco que está descompuesto, asegura Oriana. Una fuente interna confesó que a diario ingresan allí cinco neotatos, en promedio, así que las cuentas que Duarte no están muy lejos de la realidad. Las declaraciones fueron interrumpidas por personal de seguridad del hospital, quienes retuvieron y quitaron las credenciales a la corresponsal en Carabobo de este portal. Luego de unos minutos, y bajo presión de los familiares, fue liberada.
Ahora, la hija de Duarte espera por una sexta intervención. Arianna, también debe ser ingresada a quirófano, tras hacer la denuncia pública, temen que tomen represalias en contra de la familia y restrinjan las visitas. «Pero no vamos a apoyar estas sinverguenzuras, aunque sea chavista y madurista», dice la abuela de Liam, que era enterrado mientras una comisión de la Organización de Naciones Unidas (ONU) visitaba la Chet, el jueves pasado.