Comercios aseguran que tienen más de tres meses sin vender carne
Tras el ajuste de los precios de la carne de res y de pollo en bolívares soberanos que fue publicado el pasado 24 de septiembre en Gaceta Oficial Extraordinaria N° 6.397, la proteína desapareció de los comercios y supermercados del país, lo cual ha generado expectativa y zozobra en la población venezolana.
Este lunes 16 de octubre el equipo de Analítica.com realizó un recorrido por diferentes carnicerías y supermercados ubicados en distintos puntos del área metropolitana, y constató que escasean los cortes de carnes, por lo que esto se ha vuelto un completo desafío y una búsqueda exhaustiva para los ciudadanos,quienes aseguran que cada vez más deben ingeniárselas para comer los nutrientes necesarios que requiere el cuerpo humano como grasas, proteínas, carbohidratos, frutas y verduras.
#24Sep | La @sundde_ve publicó el decreto presidencial N° 2.186 de la Gaceta Oficial Extraordinaria N° 6.397 los nuevos precios acordados de los cortes de la carne bovina como parte de la Ley de Precios Acordados y del Plan 50. @NicolasMaduro pic.twitter.com/YlqiMoPb8q
— Wilmar Castro (@wcastroPSUV) September 24, 2018
Comerciantes han dejado de comprar carne
El señor Ronaldo González, es dueño de una carnicería ubicada en el sector de Catia y aseguró que tiene más de 2 meses y medio que no compra carne porque “la carne que se consigue es muy costosa”.
“No hay carne. El único lugar donde se puede conseguir carne es en los mataderos, pero te la venden muy cara, desde Bs. S 400,00 hasta Bs S 600,0, para luego venderla en ¿cuánto? Tendría que venderla en Bs S 300,00 porque sino me cae la SUNNDE (Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos) y me cierran el negocio por especulador”, aseguró al indicar que cada 15 días una comisión del mencionado organismo chequea constantemente la lista de precios fijada por las carnicerías y si los “costos están muy altos” se ve en riesgo de ser multado, incluso hasta cerrar su local por lo que expresó que prefiere no arriesgarse a comprar carne.
Por su parte, el señor Abilio Redondo, quien es dueño de otra carnicería ubicada en el sector de Pérez Bonalde, manifestó que la carne esta desparecida desde hace más de tres meses, que a pesar del precio que quedó fijado en Gaceta Oficial, desde mucho antes las proteínas vienen escaseando.
Cuando se fijó los precios de la carne en Gaceta Oficial “la carne terminó de desaparecer. Anda a todas las carnicerías de Catia, no se consigue carne, no hay carne, no hay pollo. Lo único que tenemos de carne para vender es patas, lengua y cola de res, lo demás es cochino, chorizo, morcilla, masa de pastelitos (…) porque eso es lo más económico que se consigue en el mercado para vender”, aseguró con impotencia y comentó que seguirá vendiendo los mencionados rubros para evitar cerrar su negocio.
Debido a la escasez de carne los comercios como carnicerías han optado por vender otros rubros para subsistir como cortes de carnes de cochino que oscilan entre Bs S 690 y Bs S 890 el kilo de chuleta. Otras delicateses que son vendidos en estos establecimientos son el queso, el jamón, las chistorras, chorizo, morcilla, nuggets de pollo tipo lonchera, entre otros víveres para subsistir.
El mismo panorama en el este de la ciudad, pero con «contactos»
Al este de la ciudad de Caracas, una carnicería de Chacao solo vende carne para mechar en Bs S 490,00 el kilo, mientras que la milanesa de pollo se ubica en Bs S 690,00 el kilo.
El señor Marco Vallejo, es el dueño de dicho establecimiento ubicado en el municipio Chacao, a pesar que no quiso comentar en cuanto compra las proteínas enfatizó que no la adquirió con precios tan elevados porque tiene “contactos” que le facilitan la compra de estos rubros. Sin embargo, pese a la zozobra que se vive en la ciudad capital para conseguir carne, Vallejo explicó que siempre tiene carene para la venta.
“Para conseguir carne tengo contactos de unos amigos en otros estados del país que me traen la carne de res y de pollo. Yo siempre tengo aquí, siempre vendo aquí carne y pollo, no es mucho pero lo que vendo sea al precio que sea igual lo compran porque no se consigue carne, siempre vienen aquí y me compran mucho la gente de otros sectores”, digo el señor Vallejo de nacionalidad portuguesa.
Los ciudadanos ya no compran carne
Debido a la escasez de proteínas en el país, los ciudadanos advirtieron que han dejado de comer carne desde hace varios meses por lo que han optado por sustituirlas por otras proteínas como huevos, queso, jamón, pescado y soja.
Juana Marquina de 48 años señaló que a pese a la escasez de la carne y pollo “no me doy mala vida. Sustituyo la carne por alternativas como garbanzos, lentejas, soja, vegetales como el brócoli, el coliflor, vainitas (…) desde que empezó esta crisis con la comida decidí ingeniármelas con la comida. Tengo dos muchachos que están en pleno desarrollo y ante la falta de carne opté por sustituirla (…) Sin embargo trato de comprar carne cada vez que puedo porque es necesaria para al menos mis hijos que están creciendo”.
Alan Velez de 28 años alegó que no consume carne de res desde hace 4 meses por los altos : “No he comprado carne más nunca, está muy cara y mi sueldo apenas me alcanza para comprar harina, pasta, y arroz, y la comida que me trae la bolsa del Clap cada vez es menos, enfatizó.
Lina Chacín de 33 años declaró que gana más de sueldo mínimo y se “rebusca” vendiendo dólares por comisión. “Todo lo que gano lo gasto entre el pago de alquiler de la residencia porque vivo sola, mis cosméticos como toallas, shampoo, papel (…) y la comida por lo que trato de comprar lo justo como huevos, quesos, jamón, y pollo cuando se consigue, sino compró pescado”.
Una de las opciones que se ha vuelto más buscada por los ciudadanos es un cartón de huevos para sustituir la proteína de la carne por la de este rubro, sin embargo, este alimento también se encuentra escaso en el mercado venezolano.
En Catia el medio cartón de huevos sale Bs S 190,00, “bachaqueado” mientras que en los comercios y establecimientos de la ciudad capital este rubro brilla por su ausencia.
