Cementerio General del Sur: ejemplo de cómo es vivir entre los muertos
Algunas familias han expresado su molestia por la presencia de los sin techo al considerar los pequeños hogares en las tumbas como un irrespeto a sus seres queridos
El Cementerio General del Sur no solo alberga muertos, también se ha convertido en el hogar de las personas sin hogar y que ante la crisis que enfrenta Venezuela se han visto en la necesidad de enterrar su existencia en las fosas del camposanto.
Según confirmó un trabajador del cementerio a la agencia AFP, en un día fueron profanadas al menos 22 tumbas.
De igual manera, el portal de noticias resalta que más del 60% del camposanto ha sido irrespetado por personas sin hogar.
Este es el caso de Jendry, un niño de 11 años, quien vive junto con su hermana de 9 y su madre alcohólica entre los sepulcros del cementerio, un lugar que fue declarado Monumento Histórico Nacional en 1982.
En otro sepulcro vive su hermana mayor, Winifer, de 17 años, junto con su esposo, Jackson, de 19, y su hija de cinco meses.
Winifer y Jackson, viven en una estructura techada con láminas de zinc y cubierta por barras metálicas, semejante a una capilla. La pequeña familia duerme sobre las lápidas de granitos que alberga a cuatro difuntos.
“Cuidan a los muertos”
Luis, un hombre de 41 años, vive en un espacio casi similar al de Winifer y Jackson, pero cubierto de cartón. El venezolano afirma cuidar 37 tumbas, incluida la que ocupa con su familia.
El hombre perdió su casa hace dos años debido a las intensas lluvias. Tras quedarse sin empleo, se ha visto en la necesidad de buscar alimentos en contenedores de basura, donde también ha conseguido colchonetas, ollas y juguetes para su hijo.
“Es mejor dormir aquí que en la calle”, comenta Luis, quien estuvo preso nueve años por vender droga.
“Todas mis tumbas las tengo marcadas”, prosigue. “Uno le cuida su tumba, se la mantiene barrida, lavadita, limpiecita y los familiares los domingos se te presentan con dos o tres productos” de comida, reseña la agencia.
Pero no todo es color de “rosas”, algunas familias ya han expresado su molestia por la presencia de los sin techo al considerar que los pequeños hogares en las tumbas es un irrespeto a sus seres queridos, sin embargo las autoridades han preferido guardar silencio.
“Consigo una cocina aquí, ¿qué es eso? Tienen que respetar, esos muertos todavía a uno le duele”, se quejó Maritza con AFP.
La mujer señaló que el deterioro tiene años “pero ahora es peor, todo es una destrucción”.
Los mausoleos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y la disuelta Policía Metropolitana de Caracas, actualmente conocida como Policía Nacional Bolivariana (PNB) son ejemplos de la crisis.
Destaca el portal de noticias que para bajar a los sótanos donde están los nichos policiales, víctimas también del saqueo, se debe atravesar una escalera llena de basura basura, escombros y excremento.
Por su parte, describe que el mausoleo familiar del dos veces presidente de Venezuela Joaquín Crespo está completamente en ruinas, mientras que en el segundo piso de esta obra arquitectónica, hacen vida indigentes y drogadictos.
