La mortalidad infantil se incrementó en un 400% entre 2017 y 2019, hace dos años la cifra total alcanzó las 20.000 víctimas, aseguró el Centro Comunitario de Aprendizaje (Cecodap) en el informe Somos Noticia 2018 Capítulo Desarrollo.
Según la información recabada por esta ONG y la Academia Nacional de Medicina (ANM), todas estas muertes pudieron ser evitables de haberse puesto en marcha programas de salud que beneficiaran a toda al población.
“Es evidente que se está violentando el derecho a la salud en toda su dimensión en virtud de ser un derecho constitucional y un derecho humano, es universal, inalienable e individual; cuando la persona no cuenta con la posibilidad de acceder a todos los medios para preservar su salud en buenas condiciones”, indicó Enriqueta Sileo, pediatra y miembro de la ANM.
Sileo aseguró que las políticas de vacunación que se llevaron a cabo en los últimos años son deficientes y han causado enfermedades evitables persistan en el país, así como el regreso de algunas que ya se consideraban extintas.
Para el 2018 se reportaron 153 fallecidos a causa del sarampión enfermedad y el 81% de los mismos pertenecían a comunidades indígenas que se han contagiado por vulnerabilidad y falta de atención
«Durante el 2018 también aumentó el sarampión y se estimó un 52% de cobertura en lo que se refiere a la tasa de administración de la segunda dosis de vacunas. Cuando se pone una sola vacuna, la persona no está protegida», indicó Sileo.
Lo más preocupante para la especialista es que señala que el personal médico más joven «no sabe como diagnosticar» esa enfermedad y lo demuestran las encuestas ya que de los 5.770 casos confirmados, 2.272 fueron gracias a los exámenes de laboratorio
En lo que se refiere a difteria, la misma presentó un aumento del 45,63% en el pasado año, convirtiéndose en el peor en lo que respecta a esta afección, en lo que va de año se han notificado la sospecha de 2.956 casos.
«En el 2018 hubo una alerta en cuanto al polio, Venezuela estuvo libre de esta enfermedad hasta 1993. En lo que se refiere a malaria, es otro caso preocupante porque nuestro país aporta el 53% de la malaria en toda la región, para el cierre de 2018 es de 617.379 casos», informó la pediatra.
La poca operatividad en los principales hospitales del país hacen que la situación empeore, esto sumado a la escasez y los altos precios que tienen las medicinas debido a la hiperinflación.
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Salud Mental
«El suicidio es un problema de salud pública», aseveró el psicólogo e investigador de Cecodap, Abel Saraiba, quien dirige el programa «Creciendo sin Violencia» que ofrece esta organización en la que se le ha brindado atención psicológica a 186 niños.
De acuerdo a Saraiba, para los Niños, Niñas y Adolescentes (NNA) cada vez es más cuesta arriba cumplir su desarrollo con normalidad debido a la crisis. «La salud mental no se toma en cuenta a la hora de medir el impacto de la emergencia humanitaria y esto es esencial», comentó.
El conflicto familiar y el uso del castigo físico y humillante, es la principal razón por la que los NNA requieren este tipo de atención, sumando el 50% de los casos.
«Este tipo de violencia se debe al agravamiento en las condiciones de vida, sobretodo están relacionados a tomar comida sin pedir permiso, y a los altos niveles de estrés en padres y representantes».
El 28% de los NNA presenta alteraciones en su estado de animo, estrechamente ligado a la depresión. «1 de cada 4 niños presenta alteraciones en el Estado de ánimo, cuadros relacionados a la depresión. En 2018 recibimos 4 casos de idea de suicidio y presencia de lesiones,hay un patrón creciente», afirmó el especialista.
Al menos el 8% de los NNA son dejados atras por la migración forzada que se desarrolla y acelera con el pasar de los días. «849.000 niños perdieron contacto con sus padres producto de la migración forzada. «28,3% de los migrantes deja al menos un niño atrás».
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Los niños trabajan
La directora del Programa Nacional de Escuelas Fe y Alegría, Norelbys Aguilar, presentó un balance de lo que fue el año escolar 2018 – 2019 en el que deja claro como la situación social, política y económica es la principal causa en la decadencia de a educación venezolana.
Fe y Alegría cuenta con 176 instituciones a nivel nacional y su matrícula es de 109.441 NNA. «En el período pasado tuvimos una deserción escolar de 1. 411 estudiantes. 4.444 dejados atrás y 1.182 retirados. Un porcentaje de estos niños de están dedicando hoy en día a la economía informal porque en sus hogares no cuentan con el poder adquisitivo para enviarlos al colegio», dijo Aguilar.
La presencia de los estudiantes en las aulas abarcó el 70% y «nunca» llegó a ser del 100% debido al colapso de los servicios públicos, la escasez de alimentos, el poco acceso a transporte público y la salida de los padres a otros países.
#AHORA La directora general del Programa Escuelas de Fé y Alegría aseguro que el promedio de asistencia durante el 2018 fue del 70% #3Oct | vía @Malvis_a pic.twitter.com/nph4gSpkO6
— Analítica (@Analitica) October 3, 2019
Esta situación también afecta al personal docente que ha optado por dejar de dar clases para dedicarse a otros oficios que les generen mayores ganancias. Las clausulas de los contratos colectivos no tienen garantías sobretodo en al área de la salud.
«Tuvimos unas 1480 renuncias el año pasado, estas generaron 868 vacantes entre directivos y docentes, 120 entre el personal administrativo y 92 vacantes de obreros, obligándonos a sumarle tareas a quienes decidieron seguir ocupando sus cargos», relató la profesora.
Aguilar señaló que generar acciones de incidencia pública en defensa de la educación, el levantamiento de datos y la creación de un sistema que facilite documentar la situación, ayudarían a recuperar el sector, así como el desarrollo de políticas que permitan brindar atención a las familias más vulnerables.