Capriles: En Venezuela hay una guerra pero contra la vida
Este domingo en su columna, el ex gobernador del estado Miranda y dirigente de la oposición nacional se refirió al caso de Oscar Pérez y otros hechos que ha su juicio demuestran que en Venezuela se violan, de manera sistemática, los derechos humanos.
«La masacre ocurrida el lunes pasado en El Junquito contra Oscar Pérez y sus compañeros puso los ojos del mundo en la violación de los derechos humanos en Venezuela, en la impunidad con la que operan algunos funcionarios de los cuerpos policiales y en la complicidad de otros que se supone deben velar por la integridad de nuestro pueblo», escribió Capriles.
Reiteró lo dicho por penalistas y otros dirigentes en los días posteriores a la masacre de El Junquito: «las leyes venezolanas no contemplan la pena de muerte, pero la realidad es otra. El gobierno de Nicolás Maduro condenó a nuestro pueblo».
A juicio de Henrique Capriles «desde que se iniciaron las llamadas OLP en Venezuela, las ejecuciones extrajudiciales se convirtieron en práctica rutinaria. Se estima que en estos operativos policiales y militares, sólo en 2016, murieron ejecutadas 241 personas en actos de verdadero exterminio».
26.616 venezolanos perdieron la vida en forma violenta durante 2017, recordó Capriles y comparó «mientras que en Irak, país que vive en guerra y sometido a constantes ataques terroristas murieron en el mismo período 3.298 civiles.
«En Venezuela hay una guerra pero contra la vida», enfatizó y citó la frase del papa Francisco en llamado de atención sobre la violencia: «No se puede pedir reconocimiento aniquilando al otro».
A juicio de Capriles «para el Estado y para Maduro, la vida no vale nada. Se sientan cómodamente a señalar a otros de los males que ellos han sembrado con su discurso de odio y violencia. Puede que todavía uno que otro les crea, por convicción o conveniencia, pero las atrocidades que están cometiendo son crímenes que no prescriben».
Y aunque dijo no creer en el camino de la violencia como forma de lucha y si en el electoral para salir de la crisis, aseguró que «Venezuela clama justicia, no revancha (…) Claro que estamos indignados, pero esa indignación debe convertirse en motor para seguir luchando por lo que queremos, una tierra de paz y progreso, donde vuelva a imponerse el valor de la vida. Un país que vuelva a ser receptor de nuestros hermanos de otras naciones y al que regresen nuestros amigos y nuestros familiares que decidieron irse buscando un futuro mejor».
Y finalmente y en referencia la conmemoración de los 60 años del 23 de enero de 1958 apuntó «pensemos en esa fecha y recordemos que la unidad la hizo posible. Tenemos un compromiso con Venezuela. Luchemos juntos porque impere una verdadera justicia, sólo así lograremos la ansiada paz que nos permitirá tener un mejor futuro».