Estados Unidos abrió líneas de comunicación secretas con el líder del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), Diosdado Cabello, al tiempo que funcionarios cercanos al gobernante Nicolás Maduro intentan obtener garantías de que no sufrirán represalias si ceden a las crecientes demandas para que el heredero del fallecido expresidente Hugo Chávez deje el poder, dijo un alto funcionario de la administración de Donald Trump a la agencia The Associated Press.
Cabello, considerado el hombre más poderoso de Venezuela después de Maduro, se reunió el mes pasado en Caracas con una persona que está en contacto cercano con el gobierno del presidente Trump, señaló el funcionario a la AP.
Se está organizando una segunda reunión, pero aún no se ha llevado a cabo.
Los detalles sobre el nombre del intermediario o los puntos discutidos en el encuentro con Cabello no han sido revelados por temores a que los involucrados pudieran sufrir represalias. El funcionario estadounidense habló a condición de guardar el anonimato porque no está autorizado a declarar sobre los contactos, que aún son preliminares. Se desconoce si Maduro aprobó dichos contactos o no.
Cabello ejerce mucho poder dentro de Venezuela, y su influencia en el gobierno y en las fuerzas de seguridad ha aumentado a medida que el poder de Maduro se ha debilitado. Pero las autoridades estadounidenses también han acusado a Cabello de estar detrás de enormes actos de corrupción, narcotráfico e incluso amenazas de muerte hacia un senador estadounidense en funciones.
El funcionario estadounidense dijo que bajo ninguna circunstancia Washington intenta promover a Cabello ni facilitar el camino para que sustituya a Maduro. En lugar de eso, la meta del contacto es incrementar la presión sobre el régimen al contribuir con la lucha que Estados Unidos cree está ocurriendo tras bambalinas entre círculos de poder rivales dentro del partido gobernante.
Se están llevando a cabo contactos similares con otros altos funcionarios venezolanos, señaló el funcionario estadounidense, y la Casa Blanca está limitándose a escuchar qué se requeriría para que traicionen a Maduro y respalden un plan de transición.
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