Anuncian posible fecha para la fiesta litúrgica de José Gregorio Hernández
El cardenal Baltazar Porras solicitó que la celebración sea el 26 de octubre de cada año, para que no coincida con el día de San Pedro y San Pablo
El cardenal Baltazar Porras solicitó al Vaticano que la fiesta litúrgica del doctor José Gregorio Hernández, conocido como el médico de los pobres y cuyo acto de beatificación se prevé para el próximo mes de abril, se lleve a cabo cada 26 de octubre, cuando también se celebra la fecha de su nacimiento.
“Acabamos de estar en (la Congregación para) el Culto Divino, presentando los textos para la Misa. Hemos solicitado que la fiesta litúrgica sea el 26 de octubre, que es su fecha de nacimiento y no lo que se suele hacer, que es utilizar la fecha de su muerte. Lo hemos solicitado ya que es el 29 de junio, Solemnidad de San Pedro y San Pablo”, expuso Porras en entrevista con Rome Reports.
El sacerdote venezolano viajó a Roma a mediados de febrero con las reliquias de José Gregorio Hérnandez y el acta de certificación de sus restos, levantada por los expertos en la ceremonia realizada el 26 de octubre de 2020.
Serán en el Vaticano, donde el papa Francisco beatifique las reliquias del futuro beato, las cuales serán distribuidas a las Diócesis y Arquidiócesis de Venezuela. En la Santa Sede quedará parte de las osamentas, en esta ocasión la clavícula derecha, como prueba de que se trata de los restos mortales de José Gregorio Hernández.
En abril de 2020, la Comisión Teológica del Vaticano aprobó el milagro de José Gregorio Hernández en la curación de Yaxury Solórzano, quien se recuperó luego de haber recibido un impacto de proyectil en la cabeza durante un asalto cuando estaba en compañía de su padre.
El pasado 19 de junio de 2020, el papa Francisco autorizó el proceso de beatificación del médico de los pobres, quien pronto se convertirá en el primer laico venezolano en llegar a los altares de la Iglesia Católica.
José Gregorio Hernández fue un médico venezolano nacido en Isnotú, estado Trujillo. Destacó por su vocación profesional y religiosa, sobre todo en su atención a las personas más vulnerables.