AN asediada: Denuncian posible toma del Parlamento por órdenes de Maduro
Un punto de información fuera del debate previsto para hoy abrió las intervenciones en el Palacio Federal Legislativo en la sesión ordinaria de este martes. El diputado (Acción Democrática), Henry Ramos Allup, denunció que las amenazas de Nicolás Maduro contra el Parlamento Nacional pudiera materializarse con la toma «militarmente este recinto».
No dijo si se trata de una especulación de su parte o si tiene información proveniente a lo interno del entorno de Maduro, pero insistió: «Denuncio que el pasado sábado, Nicolás Maduro, llamó a elecciones parlamentarias a pesar de que las misma aún se encuentra en vigencia».
Y agregó que los diputados a la Asamblea Nacional (AN) tienen «la necesidad de conservar y mantener la integridad de este cuerpo legítimo, producto del sufragio popular, hasta último día de nuestro quinquenio» por lo que llamó a sus colegas parlamentarios a estar atentos a las próximas horas porque «el mandado no está hecho».
Aunque reconoció que «el señor presidente encargado, Juan Guaidó, no se ha dejado empujar, ha sido muy prudente, pero tenemos que pensar lo que vamos a hacer (…) en el pasado la FAN se hizo la loca con los acosos contra diputados».
Acoso institucional
Ramos Allup tiene razón y toda Venezuela ha sido testigo. Desde 2016 cuando se instaló con mayoría opositora, la AN ha sido atacada, asediadas sus instalaciones, agredidos físicamente sus diputados, pero también golpeada una y otra vez por los poderes Ejecutivo, Judicial y Electoral.
El 11 de enero de 2016, poco después de la instalación de la AN y presidida entonces por el propio diputado Ramos Allup, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) declaró en desacato al Parlamento luego de desincorporar a tres diputados de Amazonas, por supuestas irregularidades en la elección, comicios que nunca se repitieron por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE).
De ahí que se superan en más de 70 las sentencias emitidas por el Poder Judicial en contra el Poder Legislativo en un intento permanente por frenar su accionar. La más reciente decisión judicial desconoce a la directiva actual conformada por Juan Guaidó, Stalin González y Edgar Zambrano, y reconoce a la directiva presidida por Ramos Allup.
Ataque físico
El ataque físico más importante registrado en el Palacio Federal Legislativo fue el 5 de julio de 2017. Ese año inició convulso, luego de su instalación, la directiva del Parlamento desconoció las decisiones que los ponían en desacato y el diputado, entonces electo presidente de la AN, Julio Borges, rompió ante los ojos del mundo los documentos de esas sentencias.
Ese año Venezuela protestó. Miles salieron a las calles durante más de cuatro meses, cientos perdieron la vida y varias centenas fueron detenidos, perseguidos y acosados. A la fecha, el diputado Borges y el entonces 1er vicepresidente de la AN, Freddy Guevara se encuentran en el exilio y en calidad de huésped de la embajada de Chile en Caracas, respectivamente.
Y el 5 de julio de ese año, durante una Sesión Solemne para celebrar la Independencia de Venezuela los diputados Américo de Grazia, Armando Armas, Luis Padilla y Leonardo Regnault sufrieron heridas e incluso tuvieron que ser sacados en ambulancia a clínicas privadas para ser atendidos.
En esa oportunidad, los parlamentarios denunciaron que Nicolás Maduro y la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) eran responsables de lo sucedido. El componente militar encargado de velar por el orden público permitió el acceso al Palacio Federal Legislativo a simpatizantes del oficialismo que con palos, piedras e, incluso, según algunos, armas de fuego, agredieron a diputados, invitados, periodistas y trabajadores.
Intento de desolución
La denuncia que presentó Ramos Allup este martes no se refiere solo a una toma militar del Parlamento, incluye un posible intento de disolución de la AN por parte de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), un órgano creado con la intención de dejar sin efecto al Legislativo, pero que hasta ahora ni siquiera es reconocido por los venezolanos, mucho menos por la comunidad internacional.
