Activistas: proyecto de ley contra el fascismo puede ser «peligrosa» y «regresiva»
El abogado Ali Daniels indicó que el fascismo "no es liberal" y "no puede confundirse con ideas conservadoras morales"
Activistas alertaron que la propuesta de ‘ley contra el fascismo, neofascismo y expresiones similares’, actualmente en desarrollo, tergiversa la definición del «fascismo» con el fin de arreciar «la persecución por razones ideológicas» y los «ataques a la libertad de expresión».
En este marco legal, promovido por la administración de Nicolás Maduro, se entiende al fascismo como una postura que «asume la violencia como método de acción política» y «denigra la democracia» y «sus instituciones», además de tener «rasgos comunes» con el «conservadurismo moral» y «el neoliberalismo», entre otros, explicaron los activistas a EFE.
En este sentido, Ali Daniels, director de la ONG Acceso a la Justicia, opinó que estas tendencias «no son» del fascismo, cuyo concepto se «distorsiona completamente» en la normativa. Además, subrayó que en caso de ser aprobada, «cualquier expresión del pensamiento puede ser objeto de persecución».
El fascismo «no es liberal»
El abogado indicó que el fascismo «no es liberal» y «no puede confundirse con ideas conservadoras morales».
Ante esto, advirtió que esta ley puede ser «peligrosa» y «regresiva» ya que, como está planteada, busca «perseguir las ideas de las personas» y «censurar creencias, aunque sean legítimas», por lo que «da pie a la arbitrariedad».
El conservadurismo, insistió, es «algo tan subjetivo» y «tan amplio que cualquiera en este país puede ser objeto de persecución», por «más insignificante que sea» lo que se exprese.
ONG corren el riesgo de «ser declarados criminales”
Agregó que hay partidos y organizaciones políticas que se definen públicamente como liberales, por lo que correrían el riesgo de «ser declarados criminales y fascistas» y, en consecuencia, «perseguidos sus miembros».
Según EFE, Daniels opinó que se pretende «aumentar el miedo en la sociedad para que haya menos voces disidentes y pueda mantenerse un mayor control sobre las mismas», por lo que -aseguró- los venezolanos considerarán abstenerse «de decir opiniones que alguien podría calificar», por ejemplo, de conservadoras o neoliberales.