Más de 100 reclusos cumplen 24 horas en huelga de hambre y sangre en retén de Caraballeda
Marighzell Lucena – Vargas
@mlucena15
Este jueves más de 100 privados de libertad que se encuentran en el retén del CICPC en la parroquia Caraballeda, estado Vargas, cumplieron las 24 horas de haber iniciado una huelga de hambre y sangre, como medida de protesta para exigir de manera inmediata sus traslados. Del grupo de manifestantes, pertenecientes al equipo denominado Alcatraz, al menos 32 se provocaron heridas tanto en sus extremidades superiores como el pecho. Sólo agua, azúcar, papelón y caramelos, pidieron a sus familiares mientras mantienen la protesta.
Familiares de los reclusos denunciaron malos tratos tanto para los privados de libertad como para ellos, alegando que aun cuando la comida es entregada a la hora prevista, queda a potestad de los funcionarios hacerla llegar a los privados de libertad. Se espera que para este viernes, los reclusos obtengan respuestas a sus demandas, luego que el Fiscal Décimo de los Derechos Fundamentales, Lenín del Guidice, asumiera el compromiso de mediar e inclusive hizo referencia a una próxima reunión con la Ministra de Asuntos Penitenciarios, Iris Varela, para abordar la situación de Vargas.
Nancy Rodríguez, madre de dos de los reclusos, explicó que ante el nivel de desesperación que se vive en los calabozos que los propios privados de libertad, decidieron elevar su voz de protesta ante el retardo procesal penal. “Es una situación deplorable la que viven nuestros familiares. Si les traemos la comida, los funcionarios la manipulan, la orinan o escupen, y se las hacen llegar en las peores condiciones. De igual manera, nosotros los familiares tampoco estamos exentos de los maltratos y humillaciones por parte de los funcionarios policiales”, dijo.
La mayoría de los familiares permanecen en las afueras del retén en apoyo a sus reclusos, suministrando los insumos mínimos para poder mantener la protesta. Además del retardo procesal, causal principal del hacinamiento, los afectados también denuncian la falta de asistencia médica. Aseguran que hay al menos dos casos de tuberculosis y otro de VIH que se mantienen en los sótanos, también en condiciones infrahumanas.