Pompeo y Lavrov evidenciaron sus diferencias sobre Venezuela aunque descartan la opción militar por el momento
Las diferencias sobre la crisis política de Venezuela fueron evidenciadas este lunes en Finlandia entre el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, y el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, con el único punto en común de que, al menos de momento, ninguno de los dos es partidario de una intervención militar en el país.
Pompeo y Lavrov mantuvieron en Rovaniemi, capital de Laponia, región al norte de Finlandia, la primera reunión cara a cara desde la cumbre EEUU-Rusia de Helsinki del pasado julio, la primera y única que han celebrado hasta la fecha los presidente de ambos países, Donald Trump y Vladímir Putin.
Al término de este encuentro, celebrado en el marco de una reunión ministerial del Consejo Ártico, Lavrov reiteró a la prensa que Rusia se opone totalmente a una intervención militar en Venezuela apoyada por Estados Unidos y advirtió de que una operación de esta índole sería «catastrófica e injustificada».
«Estamos categóricamente en contra de una intervención militar. El uso de la fuerza solo puede ser autorizado por el Consejo de Seguridad de la ONU o utilizada en respuesta a una agresión contra un Estado soberano. En Venezuela no se observa nada parecido a esto», afirmó Lavrov.
Tras esta reunión, que Lavrov calificó de «buena y constructiva», el jefe de la diplomacia rusa señaló que no ha encontrado ningún país, incluido Estados Unidos, que realmente esté a favor de resolver la crisis venezolana mediante una intervención armada.
Menos conciliador se había mostrado previamente el secretario de Estado estadounidense ante la prensa que lo acompañaba en el vuelo a Finlandia, donde aseguró que Nicolás Maduro todavía manda en el país, pero ya no tiene la capacidad para gobernar.
Pompeo definió la posición actual de Maduro como «endeble», pese a haber logrado el respaldo mayoritario del Ejército venezolano en el reciente levantamiento impulsado por el presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó.
«Esta semana, aunque Maduro logró mantener el control del Ejército en algunos aspectos, hubo muchos militares que se fueron, incluido un oficial de inteligencia de alto rango estrechamente conectado a él y con su predecesor (Hugo Chávez)», aseveró Pompeo.