Policía española detiene a seis personas por prostituir transexuales de Venezuela y Colombia
La policía española liberó a ocho personas transexuales procedentes de Venezuela y Colombia y detuvo a seis sospechosos, tres en Madrid y tres en Barcelona, por obligarlas a prostituirse en viviendas.
Los detenidos – dos están ya en prisión – eran liderados por un venezolano, que captaba a las víctimas en esos dos países y les prometía grandes recompensas económicas por trasladarse a España, donde las obligaba a prostituirse y a consumir drogas con los clientes, informó la policía este miércoles.
Víctimas de trata
La investigación comenzó en 2018 cuando dos transexuales denunciaron en Madrid y en Valencia (este español) haber sido víctimas de trata de seres humanos.
Los agentes descubrieron que el jefe de la banda se servía de víctimas captadas anteriormente y las coaccionaba para que convenciesen a otras personas, aprovechándose de la situación de vulnerabilidad y precariedad en los países de origen.
Preparaban supuestos viajes turísticos para las nuevas víctimas, y les entregaban un billete de avión de ida y vuelta, reserva de hotel, seguro de viaje y dinero en efectivo.
Después de llegar a España, les retiraban el pasaporte y el dinero y las ubicaban en las viviendas, donde les explicaban que debían estar disponibles las 24 horas del día e, incluso, consumir drogas, todo ello para saldar una supuesta deuda con la organización de entre 10.000 y 15.000 euros (entre 11.400 y 17.100 dólares al cambio actual).
Con amenazas
Además, tenían que pagar el alquiler de la habitación, los anuncios de los servicios de prostitución en internet y los gastos de manutención.
Primero enviaban a las víctimas a las viviendas de Madrid y Barcelona, el centro de operaciones de la banda, y cuando eran «sumisas y manipulables«, eran desplazadas a otros lugares de toda España para conseguir más clientela. Mientras tanto, eran controladas mediante videollamadas y amenazas telefónicas.
La policía registró una vivienda en Madrid y dos en Barcelona y se incautó de 2.300 euros, 400 dólares, varios dispositivos móviles, un ordenador, el pasaporte de una víctima y pequeñas dosis de drogas. Dos de los detenidos están ya en prisión.