Venezuela, Argentina y Ecuador, los que más restringen libertad de prensa
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) alertó este lunes sobre las restricciones que los gobierno de Argentina, Venezuela y Ecuador imponen a la libertad de expresión y al periodismo, al cierre de la reunión semestral celebra en Panamá.
«Determinados regímenes en países como Venezuela, Ecuador o Argentina persiguen el periodismo, lo acosan, lo restringen a través de legislación y establecen censuras u obligan a la autocensura», precisó el presidente de la SIP, el peruano Gustavo Mohme.
Aunque la SIP concluyó que la principal amenaza que sufren los periodistas del continente siguen siendo los asesinatos, hizo especial hincapié en las acciones gubernamentales que entorpecen el desempeño del periodismo.
Entre ellas mencionó la censura, el acoso tributario a las empresas de comunicación, el acaparamiento gubernamental del espacio de radio y televisión, y el acceso libre a la información pública.
Así lo afirmó un documento con las conclusiones de la reunión semestral emitido por la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, que este lunes aprobó informes por país, además de conclusiones y resoluciones.
En el caso de Argentina «el escenario es crecientemente complejo para el periodismo», principalmente por la proximidad de las elecciones presidenciales y por el asesinato en enero pasado del fiscal Alberto Nisman.
Nisman fue hallado muerto de un disparo en la cabeza la víspera de detallar ante una comisión del Congreso argentino la denuncia que había presentado con la presidenta del país, Cristina Fernández, por el caso del atentado de 1994 contra la mutua judía AMIA, que causó 85 muertos.
En el informe sobre Venezuela, el más amplio de todos, se apunta que «la hegemonía comunicacional de Estado es un hecho indiscutible».
Mohme, del diario La República de Lima, calificó de «heroica» la labor del «puñado de periodistas independientes» que todavía siguen ejerciendo la profesión en Venezuela.
En Venezuela ocho tuiteros han sido procesados en los últimos meses y más de 400 periodistas venezolanos han tenido que emigrar por razones de seguridad.
Por su parte, en Ecuador, ya se han aplicado más de 30 sanciones a medios, periodistas y caricaturistas y se han cerrado dos estaciones de radio.
«Se busca silenciar y desprestigiar ya no sólo a los medios de comunicación sino a quién ejerce opinión o creen, según esa visión, que hacen oposición», según el informe de la SIP sobre Ecuador.
Para la organización el caso de Nicaragua es también notorio porque ya solo queda un canal de televisión independiente.
El presidente de la SIP instó a la sociedad internacional a no quedarse «impasible» antes estos hechos.
Mohme dijo también que los periodistas de las zonas periféricas «son los más vulnerables» y lamentó la impunidad de muchos asesinatos.
Según datos de la organización, este semestre se registraron ocho asesinatos de periodistas en Colombia, Honduras, México, Paraguay y Perú, así como centenares de agresiones físicas y varios sometimientos judiciales.
El problema de la libertad de expresión, según la SIP, no sólo compete al centro y al sur del continente, sino también a Estados Unidos y Canadá.
«Hemos sido muy críticos con las intervenciones del gobierno norteamericano a través de las redes sociales y con el apresamiento de un periodista por no revelar sus fuentes. Hemos cuestionado duramente al presidente Barack Obama», señaló Mohme.
Mohme animó también a ser más optimistas y a no quedarse sólo con los «aspectos negativos» y destacó el «avance significativo en materia de libertad de expresión» que se está dando, por ejemplo, en países como Colombia.
Alabó además el compromiso con la libertad de prensa del mandatario panameño Juan Carlos Varela, que inauguró el sábado la reunión semestral de la SIP.
Varela se comprometió entonces a transmitirle a los Jefes de Estado del continente, que se reunirán en Panamá los próximos 10 y 11 de abril, la situación de los medios de comunicación americanos.
En el informe de las resoluciones, la SIP señaló que hay asesinatos de periodistas que han quedado impunes o que no se han resuelto en países como Brasil, Colombia y México.
El organismo instó a los gobiernos de estos países a reabrir las investigaciones y castigar a los culpables conforme lo dicte lo ley.
– Recordemos que la noticia es una mercancía.
roberto dante – Lanús, Argentina –
Mal que le pese a “el periodismo objetivo”, a Obama o a la SIP, a FUNDALEX y a la International Freedomof Expression Exchange (IFEX) es válido reconocer que la noticia es una “mercancía”. Los medios de comunicación impresos, radiales y televisivos se sostienen por los aportes de los Centros de Poder que necesitan difundir como “verdades” sus lineamientos políticos e ideológicos que aportan la
justificación” a sus proyectos económicos., casualmente, siempre en contra de
las mayorías populares y a favor de la concentración de la riqueza en pocas
manos. Cualquier semejanza con el neoliberalismo es cierta.
Comparto con el politólogo Lázaro Fariñas que “la libertad de prensa,
(…) no es más que la libertad de empresa”. Pues el mal llamado
“sentido común”, no es otra cosa que una construcción de pensamiento elaborada
a partir de la manipulación de la información que conduce a creer en la
existencia de una objetividad inexistente. Nunca existió el periodismo
imparcial y/o neutral. Creerlo es contra natura. Es prioritario trabajar
sobre estos a priori inducidos por el establishment mediático. Tomo como
ejemplo la durísima oposición neoliberal que enfrentamos en Argentina los que
defendemos la nueva “Ley de Servicios Audiovisuales”.
– ¿De qué libertad de prensa estarán hablando los periodistas
marketineros? Dicen: “Queremos preguntar”. — ¿Quién se los impide”.
La experiencia de vida nos enseña que una cualidad humana –muy importante- es la contradicción. El lenguaje es básicamente contradictorio. Con el podemos
aclarar pero también oscurecer. Buscar –a ciegas- la verdad y no poder distinguirla
de la falsedad. Pero, en este caso, la acción ilumina a las palabras.
– ¿Por qué?
Porque “no somos lo que decimos, somos lo que hacemos”. El
establishment “acciona” a favor de los Grandes Medios Oligopólicos de
Comunicación. Bien sabemos que estos Medios “dicen lo que dicen”, pero “NO
hacen lo que dicen”. Manipulan la palabra. Nos hablan de “libertades”, “de
igualdades”, “de…”, mientras trabajan para los dueños del poder.
– ¿Los pueblos?
A pesar de la grisura y la impostura de los mensajes mediáticos, se rebelan (accionan); ya no se tragan las letras venenosas.