Trump mantiene la idea del muro fronterizo tras reunión con Peña Nieto
El candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, escuchó este miércoles los reclamos del presidente de México, Enrique Peña Nieto, por sus comentarios discriminatorios contra los inmigrantes mexicanos en EEUU, pero no pidió perdón ni descartó la idea de construir un muro en la frontera común.
En una jornada que comenzó con una tormenta de críticas a Peña Nieto por recibir a Trump en la residencia presidencial de Los Pinos, gesto calificado por algunos analistas de «error histórico» e incluso «traición», la visita, además de breve, resultó menos tensa que el ambiente creado al inicio.
La visita llegaba cargada de resentimientos por haber llamado «criminales» y «delincuentes» a los inmigrantes mexicanos en EEUU durante su campaña. También por su anuncio de deportar a los once millones de inmigrantes que viven de forma ilegal en su país y su advertencia de obligar a México a pagar la construcción de un muro en la frontera común.
Durante más de una hora de reunión, Peña Nieto expresó su «respeto absoluto» por el proceso electoral estadounidense, y aclaró que en una conversación abierta «y constructiva» habló con su interlocutor sobre sus ataques y le hizo notar la responsabilidad que tiene de «defender al pueblo de México».
Luego destacó su convicción de que el Tlcan (Tratado de Comercio de América del Norte, que tiene más de 20 años) le ha hecho bien a los dos países e instó a la nación vecina a construir la ruta para modernizar ese convenio.
Detalló que cada día cruzan la frontera común, de 3.000 kilómetros, un millón de personas y 400.000 vehículos, y el comercio transfronterizo mueve cada año 500.000 millones de dólares.
Remarcó que la emigración de personas desde México a Estados Unidos tuvo su pico hace diez años, pero a partir de entonces ha venido disminuyendo «hasta ser negativa en términos netos».
También instó a Trump y a EEUU a tener un enfoque integral sobre la frontera «que atienda el tránsito ilegal de personas», pero también de drogas y armas que están fortaleciendo cárteles y otras organizaciones criminales que generan violencia en México.
En su intervención, el candidato republicano aseguró tener «un gran respeto» por los «mexicano-estadounidenses» y dijo conocer a mexicanos de primera, segunda y tercera generación que viven en la Unión Americana, que son «gente sin reproches, extraordinarios trabajadores».
«Compartimos intereses comunes en lo que respecta a la seguridad, prosperidad y libertad de nuestro hemisferio», afirmó ante el mandatario mexicano, al que llamó su «amigo».
Frenar la migración
Trump apostó por desmantelar los cárteles de las drogas y frenar la migración ilegal, incluida la procedente de Centroamérica y otras regiones, que pone «en peligro» las finanzas y la seguridad de América del Norte.
Al terminar, cuando ambos se disponían a abandonar la comparecencia, planeada como un mensaje a los medios de comunicación sin preguntas, el invitado tomó la iniciativa de aceptar varias preguntas sobre el polémico muro fronterizo.
«Es necesario poner un muro para poner un alto a la inmigración ilegal y el flujo de armas y de efectivo«, expresó.
«No discutimos quién va a pagar por el muro», reveló además sobre la charla con Peña Nieto, quien terminó tomando la palabra para reiterar su discurso, preciso y prudente, pero sin escuchar la disculpa de Trump que muchos en México esperaban.
Un más enérgico presidente declaró más tarde en una entrevista para el noticiero nocturno de la cadena Televisa que la reunión con Trump obedeció a la necesidad de «enfrentar la amenaza y el riesgo que hay sobre nuestro país».
«Es la decisión que he tomado: encarar el reto, hacerle frente a lo que puede convertirse en un riesgo y amenaza para México, y explicar por qué México es importante también, y muy importante, para Estados Unidos», explicó.
Trump, alertó posteriormente que todas las personas que hayan «ingresado ilegalmente» a Estados Unidos «estarán expuestos a ser deportados» en caso de que él gane las elecciones presidenciales.
Trump hizo esta advertencia al desarrollar su nuevo y esperado programa migratorio, del que muchos esperaban síntomas de moderación pero en el que mantuvo muchas de sus antiguas propuestas, como la de construir un muro en la frontera con México.
El magnate neoyorquino aseguró durante un acto en Phoenix que bajo su Presidencia «no habrá amnistía» y advirtió que nadie podrá legalizar su situación si «ha entrado ilegalmente al país».