Tribunal Superior Electoral de Brasil despojó de sus derechos políticos al expresidente Jair Bolsonaro
La Justicia Electoral despojó al expresidente de sus derechos políticos, tras haber sido declarado culpable de “abuso de poder”, durante la campaña electoral que el año pasado llevó a ganar a Luiz Inácio Lula da Silva.
Esta decisión se generó con una votación de cinco votos a favor por dos en contra en el Tribunal Superior Electoral (TSE). Esto implica que el líder de la oposición no podrá concurrir a cargos electivos ni ejercer puestos en la administración pública durante un plazo de ocho años, contados a partir de octubre de 2022, cuando se celebraron los comicios ganados por Lula.
El último voto fue proferido por el presidente del TSE, el juez Alexandre de Moraes, quien fue objeto de virulentos y permanentes ataques del bolsonarismo antes y durante la campaña electoral, en la que fue acusado, sin prueba alguna, de “maniobrar” para “favorecer” a Lula.
De acuerdo a lo manifestado por De Moraes, la sentencia es una respuesta al “degradante populismo nacido en los discursos de odio y antidemocráticos, que propagan una asquerosa desinformación” no sólo en Brasil, sino en “todo el mundo”, con el “único objetivo” de “engañar” a los electores.
Cinco de los siete miembros del TSE respaldaron la posición del relator del proceso, Benedito Gonçalves, quien consideró a Bolsonaro culpable de “abusos de poder” durante la campaña para las elecciones de octubre del año pasado.
La acusación tuvo como eje una reunión que Bolsonaro convocó con medio centenar de embajadores extranjeros en la residencia oficial de la Presidencia, el 18 de julio de 2022, para volver a descalificar la transparencia del sistema electoral y la propia democracia.
Ese hecho, según dice la sentencia, configuró un “abuso de poder político, conductas vedadas y desorden informativo” y también un “uso indebido de predios públicos y medios de comunicación”, pues Bolsonaro ordenó que la televisión pública transmitiera el evento.
Las consideraciones de la mayoría de los jueces fueron incluso más allá y enmarcaron esa reunión en una “sistemática campaña de desinformación” que Bolsonaro mantuvo contra la Justicia electoral y todas las instituciones democráticas del país.