¿Se avecina una guerra entre Colombia y Venezuela?, por KienyKe
No es un secreto para nadie que Venezuela está viviendo una crisis sin precedentes. Y tarde o temprano esa crisis, que es una especie de globo que no deja de inflar, va a estallar, así lo dicen conocedores del tema. Es como el cuento de Gabriel García Márquez: «Algo va pasar en este pueblo». En este caso sería: «Algo va a pasar en Venezuela».
No se le debe quitar mérito a los intentos que han hecho los venezolanos para superar el problema; incluso el mismo Maduro. Y la oposición. Y la gente en la calle. Y otros países. Se ha intentado, además, el diálogo hasta donde uno u otro lo ha permitido. Podría pasar que ese diálogo, en un punto, ya no tenga respuesta. Y ahí es donde crece la preocupación.
¿Qué va a pasar en Venezuela?
Hernando Gómez Buendía, director de Razonpublica.com, escribió en ese mismo portal: «Es tiempo de entender que Venezuela no tiene más futuro que una guerra civil o convertirse en una segunda Cuba. Las consecuencias para Colombia van a ser muy graves, pero no estamos preparados para ellas —ni hemos pensado seriamente en ellas—».
El panorama no podría ser más desalentador. No hay que repetir lo que muchos ya tienen claro: hay crisis en Venezuela. Es necesario, más bien, preguntarse a dónde irá a parar esa crisis, dónde desembocará ese río, qué pasará con Colombia, qué se puede hacer, de verdad, para hacer algo.
Sin embargo, los intentos de que Venezuela salga de la crisis de manera pacífica parecen cada vez más remotos. «Todos los intentos van a ser infructuosos porque —desde un comienzo y de manera cada vez más obvia— el proyecto chavista resulta incompatible con la separación de poderes y la existencia de la oposición», escribió Gómez Buendía.
El panorama se complica aún más cuando el presidente Maduro dice cosas como «lo que no se pudo con los votos, lo haríamos con las armas». Para muchas personas fue una amenaza.
Las posibilidades que nos presenta la realidad, y la opinión del experto, apuntan a que hay varias posibilidades, algunas de ellas poco prometedoras. La inestabilidad sería un factor para un posible golpe militar. Pero, explica el artículo, los militares son los «consentidos del régimen, y muchos de sus mandos son chavistas: habría una guerra entre los militares». En historia política ese panorama permite hacer dos predicciones: habría una guerra civil o una dictadura.
En política siempre será arriesgado hacer esa clase de predicciones. Sin embargo, y de acuerdo a las evidencias, sí es posible afirmar que la izquierda en la que se enmarca el chavismo, desde sus orígenes, ha sido radical. Explicó Gómez Buendía: «Se trata de una izquierda radical, en el sentido mínimo del antiimperialismo y el rechazo de ‘la oligarquía’, con acentos sobre el nacionalismo, la participación popular, la presencia política del Ejército, la denuncia del capitalismo y la intervención económica del Estado. Estas banderas implican una concentración del poder capaz de derrotar a los grandes intereses nacionales y extranjeros».
Ninguno de esos elementos está presente en otros gobiernos de izquierda de la región, a excepción de Cuba. «Para decirlo de un modo más directo: el socialismo de verdad no es compatible con la democracia liberal. Esta cuestión es tan vieja como los primeros ‘Manuscritos’ de Marx (1844)».
En ese sentido, continúa el artículo, hay que contemplar la posibilidad de que Venezuela se convierta en otra versión de Cuba. Chávez subió al poder legítimamente, usando las rentas del petróleo como impulso de su programa social. Populismo. Ahora que esas rentas van en detrimento, decrece también el populismo. Esto significa que «Maduro y su constituyente tendrán que virar hacia un modelo más francamente socialista —o en el estilo, digamos, de una ‘segunda Cuba».
Eso implica varios cambios —cambios radicales—: una economía cada vez más estatizada y un gobierno autoritario. Pero eso no es garantía de que la situación mejore. Al contrario: podrían empeorar las cosas.
Colombia Vs. Venezuela
No es un partido de fútbol. Es, más bien, una posibilidad. No hay que desconocer que, por muchas cosas, lo que pase en Venezuela, afectaría en varios niveles a Colombia.
José Luis Pirela, diputado venezolano, mencionó en El Heraldo: «La crisis venezolana va a impactar a Colombia, y la viene impactando de varias maneras; cuando el gobierno venezolano no le paga a los empresarios colombianos las deudas que tiene con ellos, cuando cierra la frontera y se afecta el comercio binacional —que es una tradición histórica de ambos pueblos—».
En ese sentido, Gómez dice que el drama en la frontera, la pérdida del mercado exportador, la criminalización de la frontera son algunos de los problemas. Además, «en una guerra civil, Colombia podría ser la retaguardia armada de la oposición venezolana».
El extremo de esa futurología que se ha hecho sobre las relaciones entre Venezuela y Colombia sería la guerra. En algún sentido, y afortunadamente, ahora el mundo, luego de las lecciones que ha dejado el pasado, cuenta con instrumentos para que un conflicto armado sea la última salida, si no hay otra. No hay que descartar, sin embargo, la posibilidad de que, con el fin de legitimar ese régimen por venir, y como salida desesperada a la crisis, a Maduro, a Cabello, o al que se le ocurra, arme, sin argumentos, una batalla contra Colombia. Podría ser posible. Lo que no hay son motivos, sólo teorías.