Rousseff discute estrategias contra el impeachment mientras Temer se prepara
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, se reunió este jueves con ministros y diputados para definir la estrategia ante el juicio de destitución que la Cámara de Diputados podría aprobar el próximo domingo 17 de abril.
Estaba previsto que el expresidente Luiz Inacio Lula da Silva participara en el encuentro, como informó la asesoría de prensa del gobierno, que luego aclaró que no asistió a la reunión.
La salida intempestiva de gran parte de los diputados de la coalición de gobierno que lidera el izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) achicó el margen del oficialismo para bloquear la iniciativa del impeachment en la Cámara baja.
«Acaba de terminar una reunión de la presidenta con diputados de la base aliada al gobierno y ministros, en la que se discutieron estrategias para la votación», dijo a la AFP un asesor del Palacio de Planalto.
Por su parte, Michel Temer podría convertirse en el nuevo líder de la mayor economía de América Latina en las próximas semanas, debido a que un creciente número de legisladores descontentos se ha mostrado a favor de impugnar a la presidenta Rousseff bajo acusaciones de que violó leyes presupuestarias.
De hecho, el vicepresidente ya se estaría preparando para asumir. Wellington Moreira Franco, hombre de confianza de Temer y coordinador del plan económico de su partido, aseguró el miércoles a Reuters que bajo su gobierno, uno de los mayores desafíos sería apuntalar las finanzas del país.
También adelantó que el reequilibrio de las empobrecidas cuentas públicas de Brasil se realizaría de manera gradual, acompañado de políticas que creen empleos y aumenten los ingresos.
Acciones en contra de Rousseff
De acuerdo con Folha de Sao Paulo, el vicepresidente de Brasil tenía previsto reunirse el pasado martes con sus asesores para discutir el lanzamiento de una campaña en redes sociales a favor del juicio político patrocinada por el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), en la que aparentemente una de las ideas era difundir aún más el audio en el que el vicepresidente habla como si el impeachment ya hubiera sido aprobado en la Cámara de Diputados, y que le fue enviado por WhatsApp a un grupo de parlamentarios el día anterior, por error por el propio Temer.
El vicepresidente dijo que la difusión no fue intencional, y algunos de sus asesores afirmaron que sería bueno aprovechar este «accidente» para darle más difusión a su discurso, como ejemplo de «moderación».
Para el gobierno de Rousseff, la filtración fue hecha a propósito, algo que juega abiertamente en su contra. Además, en entrevista con periodistas en el Palacio del Planalto, la mandataria admitió la posibilidad de derrota en la votación de este domingo en la Cámara, al mismo tiempo en que propuso, sin detallar, un pacto, en caso de que el proceso de impeachment no sea aprobado.
Dilma Rousseff se muestra abierta al diálogo con la oposición, a la que convidaría para conversar.
«Voy a ofrecer un espacio para el diálogo y voy a respetar no sólo mis 54 millones de votos, sino también los de los otros», precisó, y reafirmó que aquellos que apoyan el juicio político sin delito de responsabilidad son golpistas.
Recuento
El gobierno necesita impedir que la oposición, que acusa a Rousseff de adulterar las cuentas públicas en 2014, cuando fue reelecta, y a comienzos de 2015, consiga los votos de 342 de los 513 integrantes de la cámara de Diputados (dos tercios).
A solo días para la votación, según el diario O Globo, ya hay 320 votos en el Plenario para apoyar el impeachment. La AFP reseña que el último cómputo realizado por el diario o Estado de S.Paulo indica, en cambio, que los partidarios suman por el momento 326 votos, veinticuatro más que la víspera pero 16 menos que los necesarios.
Por su parte, el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), del candidato derrotado en 2014, Aecio Neves, asegura que la oposición ya tiene 349 votos, siete más de los necesarios para ganar la pulseada en la cámara.
Si la moción por el impeachment es aprobada, pasará al Senado, que deberá ratificarla por simple mayoría para que Rousseff sea suspendida de su cargo por un máximo de 180 días, hasta que los senadores den su fallo definitivo.
Su mandato (2014-2018) sería completado por el vicepresidente Michel Temer, del centrista PMDB, que era el principal socio de coalición de Rousseff hasta hace dos semanas, y cuyo líder aseguró este jueves que el 90% de los 68 miembros de su grupo votará a favor del juicio político a Rousseff, aunque no habrá penalización para los que no sigan la línea.