Rey de España inicia consultas para designar un candidato a jefe de gobierno
El rey Felipe VI de España inició este martes su cuarta ronda de consultas con los partidos para designar un candidato a jefe de gobierno, tras siete meses de bloqueo político.
«He encontrado al jefe del Estado más preocupado que en la ocasión anterior», declaró el diputado Pedro Quevedo del partido regional Nueva Canarias, el primero en ser recibido por el rey este martes.
«Puedo compartir esa percepción», coincidió el siguiente en reunirse con el monarca, Isidro Martínez, del partido regional Foro Asturias.
Hasta el jueves, Felipe VI recibirá a los dirigentes de las 14 formaciones presentes en el Congreso con el fin de designar un candidato para formar gobierno.
Mariano Rajoy, el jefe del gobierno conservador saliente, sería la opción más natural tras haber ganado las elecciones, pero ya dejó entrever que no se presentaría si no tiene asegurada su investidura.
Las elecciones legislativas organizadas el 20 de diciembre dejaron un Congreso fragmentado con cuatro grandes formaciones políticas: el Partido Popular (PP) de Rajoy, el partido socialista PSOE, la izquierda radical de Podemos y los centristas de Ciudadanos.
Estas formaciones fueron incapaces de alcanzar un acuerdo de gobierno y desde entonces el país sigue dirigido de forma interina por Rajoy, en el poder desde finales de 2011, con unas competencias muy limitadas.
La parálisis obligó al monarca a convocar nuevas elecciones para el 26 de junio. Pero el equilibrio de fuerzas fue similar: el PP consiguió 14 diputados más pero con solamente 137 escaños sobre 350 está obligado a encontrar aliados para gobernar.
Por ahora, solo dispone de la abstención de Ciudadanos, insuficiente para ser investido.
Los conservadores y los socialistas, que han gobernado el país durante las últimas tres décadas, se culpan mutuamente de la parálisis y del riesgo de unas terceras elecciones. Los primeros acusan al PSOE de bloquear la situación y estos señalan que el PP no se abre a negociar.
Los socialistas, con 85 escaños, podrían permitir un gobierno conservador en minoría con una abstención, pero por ahora la mayoría lo rechaza.
«No les podemos dar una mayoría que los ciudadanos no les han dado. No tiene sentido democrático y no tiene sentido político», dijo este martes Meritxell Batet, secretaria general adjunta del grupo socialista en el Congreso.