Presidente Joe Biden indultó a su hijo Hunter al considerarlo víctima de ataques políticos
Hunter Biden en junio fue hallado culpable de tres delitos relacionados con posesión de armas, al ocultar en la compra su adicción a las drogas
El presidente estadounidense, Joe Biden, anunció este domingo que firmó un indulto a favor de su hijo Hunter Biden, que en junio fue hallado culpable de tres delitos relacionados con posesión de armas, al ocultar en la compra su adicción a las drogas, por considerar que sus problemas judiciales fueron instigados por sus rivales políticos.
«Ninguna persona razonable que mire a los hechos en los casos de Hunter puede llegar a otra conclusión de que Hunter fue puesto en la mira solo porque es mi hijo y eso está mal«, indicó Biden en un comunicado, en el que asegura que su hijo fue «imputado de manera selectiva e injusta«.
El presidente Biden había reiterado en varias ocasiones que no utilizaría la prerrogativa del perdón presidencial para resolver los problemas legales de su único hijo vivo, que también se había declarado culpable de evasión fiscal en un tribunal federal de California, tal como destaca Efe.
Hunter Biden había sido declarado culpable de haber mentido en un formulario para obtener un arma en el estado de Delaware al asegurar que no era consumidor de drogas y haber poseído esa arma durante solo 11 días y sin que fuera usada en un delito, algo que el mandatario dijo hoy que «casi nunca es llevado a juicio con cargos penales«.
«Los cargos en su caso solo surgieron después de varios de mis oponentes políticos en el Congreso instigaran ataques contra mí y en oposición a mi elección«, indicó el presidente Biden.
«Ha sido un intento de romper a Hunter, que lleva cinco años y medio sobrio, incluso enfrentándose a ataques sin descanso y persecución selectiva. Al intentar quebrar a Hunter también intentaban romperme a mí«, lamentó el mandatario estadounidense.
El presidente electo Donald Trump, por su parte, reaccionó y aprovechó el anuncio del indulto para pedir en la red social Truth el mismo trato a los condenados por el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021, cuando una muchedumbre violenta a favor del republicano asaltó ese edificio para evitar que los legisladores certificasen los votos electorales de Joe Biden, ganador de las elecciones de 2020.
«¿Ese perdón otorgado por Joe a Hunter incluye a los rehenes del 6E (6 de enero), que han estado en prisión durante años? ¡Qué abuso y fracaso de la Justicia!«, exclamó Trump, que prometió perdonar a los que asaltaron el Capitolio en defensa de una victoria electoral que no obtuvo. Más de 1.500 personas han sido imputadas por aquellos hechos.
El caso más serio para Hunter Biden era el de los nueve cargos de los que se declaró culpable en septiembre por evasión fiscal, ya que al tener antecedentes penales por su caso de tenencia de armas en Delaware podía enfrentar hasta 17 años en prisión.
Los problemas legales de Hunter Biden pusieron ante la opinión pública un oscuro período de la vida del hijo del presidente por su profunda adicción a las drogas, sobre todo tras la muerte en 2015 de su hermano y primogénito del presidente por un cáncer.
Esa tragedia afectó profundamente también a Joe Biden, que ya había pasado por otro episodio duro tras la muerte de su primera mujer y de su hija de tan solo un año en un accidente de tráfico en 1972, en el que resultaron heridos Beau y Hunter Biden.
El perdón llega en un momento sin riesgo político para el presidente, que tras renunciar a su reelección este verano y a sus 82 años de edad abandonará la vida política el 20 de enero, cuando asuma el presidente electo Donald Trump.
Estados Unidos está transitando el camino que puede llevarlo a convertirse en otra lamentable «República Bananera», aquéllas donde no impera la Ley porque impera la arbitrariedad de los gobernantes y los ciudadanos no son iguales ante el Poder Público. En Estados Unidos ya no existe la sanción contra los políticos que desde la Presidencia violentan las leyes, como le sucedió a Richard Nixon, quien renunció al cargo de Presidente cuando se inició el proceso de destitución por los delitos del famoso caso «Watergate», el allanamiento y espionaje con recursos públicos a la dirección nacional del Partido Demócrata, en la oposición. Hoy Biden creó un escándalo al indultar a su hijo (antes narcoadicto) Hunter Biden, quizás ante la impunidad de Donald Trump quien fue candidato y ganó la Presidencia aunque fue condenado por varios delitos, alentó el bochornoso intento de sabotaje de los actos en el Congreso para la investidura presidencial de Joe Biden y ahora, después de ganar Trump vemos como fiscales y jueces pretenden dejar en el olvido las acusaciones y juicios contra el nuevamente Presidente, quien ganó en los colegios electorales y en el voto popular (en Estados Unidos el Presidente no es electo por votación directa y popular, sino por elecciones de segundo grado). Con Trump es la primera vez que gana la Presidencia un candidato que es un delincuente convicto por un tribunal penal pero no es la primera vez que el pueblo y los políticos premian a quien violó la Constitución, centro de la organización política de la gran república democrática fundada en el siglo XVIII, inspiración y faro para las sociedades con aspiraciones republicanas y democráticas, ya en 1961 el Presidente Kennedy metió a Estados Unidos en la Guerra de Vietnam sin declaratoria de guerra por el Congreso, al enviar 15 mil tropas combatientes con la mentira de ser instructores y asesores militares. El indulto presidencial es una reliquia de las monarquías, la vieja «Clemencia del Rey», excepciones al Principio de Separación e Independencia de los Poderes Públicos (es una intromisión del Poder Ejecutivo en el Poder Judicial) que muchas repúblicas establecieron en sus constituciones por imitación a la Constitución de los Estados Unidos o de las Constituciones impuestas en Francia (cuya Revolución fue inspirada por la Revolución Americana, la sustitución de una Monarquía por una República Democrática, aunque no de nombre como el disfraz de los estados comunistas satélites de la extinta Unión Soviética,) por Napoleón Bonaparte, el General traidor a la Revolución Francesa que restableció la monarquía en cabeza propia y restableció la esclavitud abolida por la Asamblea Nacional por ley de 1794. También es una reliquia monárquica el otorgamiento de poderes legislativos a los Presidentes de una Republica (es la intromisión del Poder Ejecutivo en el Poder Legislativo). Quizás deban abolirse éstas reliquias monárquicas en el constitucionalismo moderno.