Para José Miguel Vivanco es un error expulsar a Venezuela de la OEA
El director para las Américas de Human Rights Watch (HRW), José Miguel Vivanco, considera que es un error expulsar a Venezuela de la Organización de Estados Americanos (OEA), ya que, a su juicio, hay que mantener al presidente Nicolás Maduro en la OEA «para seguir presionándolo con los mecanismos de control que existen, precisamente, para enfrentar circunstancias anormales».
En una entrevista al diario La Nación de Argentina antes de la celebración de la Asamblea General de la OEA, el abogado chileno sugirió que la expulsión pareciera una buena idea «a primera vista», pues la acción sugiere la imposición de una «sanción potente a un gobierno que no merece pertenecer a un club de países que deben cumplir unos estándares mínimos de conducta democrática». Sin embargo, insiste en que es un error.
«En lugar de expulsarlo definitivamente, habría que suspenderlo e imponerle sanciones que, por ejemplo, lo inhabilitaran para participar en cualquier evento regional», aseveró Vivanco, coincidiendo con la indicación que dio el representante de Estados Unidos, Mike Pompeo, en la primera jornada de la Asamblea General de la OEA.
José Miguel Vivanco, que cuenta 30 años dedicándose a la defensa de los derechos humanos en América Latina, es de las voces más autorizadas para analizar lo que está ocurriendo en esa materia en la región. En ese sentido, agregó que la comunidad internacional «tiene un papel fundamental» en la resolución de la crisis venezolana.
El jurista expresó que la región debe utilizar «los mejores espacios», especialmente foros como la OEA, para «exigir el cumplimiento de obligaciones jurídicas colectivas de protección de la democracia y los DDHH.
Es importante que haya cada vez mayor fiscalización y presión multilateral sobre la dictadura para impedir que logre consolidarse. Una resolución fuerte de la OEA que rechace y desconozca la reelección fraudulenta de Maduro, condene las sistemáticas violaciones de los DDHH y, sobre todo, la arbitrariedad total de un régimen que hace lo que se le da la gana, sin rendirle cuentas a nadie, sería un gran logro estratégico para profundizar el aislamiento de esa dictadura.