Papa visitará Birmania y Bangladesh del 27 de noviembre al 2 de diciembre
El papa Francisco viajará a Birmania (Myanmar) y Bangladesh desde el próximo 27 de noviembre al 2 de diciembre, dos países en los que la minoría rohinyá sufre persecución, informó este domingo la oficina de prensa del Vaticano.
El papa visitará del 27 al 30 de noviembre la capital birmana, Rangún, y la ciudad de Nay Pyi Taw, y después se trasladará a la capital de Bangladesh, Dacca, donde permanecerá hasta el 2 de diciembre.
Francisco había hablado en varias ocasiones de un posible viaje a Bangladesh e India, pero a este último país se debió renunciar ante la falta de organización por parte del Gobierno, según fuentes de la Iglesia india.
De esta manera se incluyó en el periplo Birmania, donde en los últimos días se han agravado los enfrentamientos con la minoría musulmana rohinyá.
En mayo de este año, Francisco recibió en el Vaticano a la líder de facto del Gobierno y premio Nobel de la Paz en 1991, Aung San Suu Kyi, en una entrevista que selló el inicio de relaciones diplomáticas bilaterales.
Se tratará del segundo viaje de un papa a Bangladesh, después del realizado por Juan Pablo II en 1986, y el primero de un pontífice a Birmania.
Bangladesh es un país de mayoría musulmana, mientras que en Birmania tiene mayoría budista y los cristianos son un porcentaje muy pequeño de la población.
Ha sido el papa argentino quien en su afán de internacionalizar la Iglesia ha nombrado los primeros cardenales de la historia de estos dos países: el arzobispo de Dacca, Patrick D’Rozario, y el arzobispo de Yangon, Charles Bo.
El lema del viaje a Bangladesh es «Armonía y Paz», mientras que el de Birmania es «Amor y Paz», según comunicó el Vaticano.
Con este viaje, además de volver a abogar por el diálogo entre religiones, Francisco pone la atención en la persecución que sufren en Birmania los rohinyás, a quienes se les considera inmigrantes ilegales bengalíes, y les impone múltiples restricciones, incluida la libertad de movimientos.
Tras el rezo del Ángelus de ayer, Francisco recordó la persecución que sufren y pidió ayuda y «plenos derechos» para esta minoría musulmana.
Una persecución que les ha obligado a huir hacia Bangladesh, donde son también son rechazados y expulsados.
Más de un millón de rohinyás viven en Rakhine, donde sufren una creciente discriminación desde el brote de violencia sectaria de 2012 que causó al menos 160 muertos y dejó a unos 120.000 de ellos confinados en 67 campos de desplazados.
Su drama impresionó a la opinión pública en 2015 a raíz de un éxodo masivo en barcos viejos y sin apenas alimentos hacia países limítrofes que se negaban a acogerlos.