Países organizan con cautela plan de flexibilización de medidas ante la pandemia
A pesar de que la pandemia del coronavirus sigue dejando su huella inclemente por el mundo, con reportes que registran hasta el momento más de 260 mil fallecidos y sobre las 3,7 millones de personas contagiadas, algunos países europeos que todavía mantienen estrictas medidas de confinamiento, se preparan con máxima cautela para en el corto plazo flexibilizarlas. Es el caso del Reino Unido, que podría empezar el próximo lunes a relajar gradualmente algunas de las actuales restricciones, según adelantó su primer ministro, Boris Johnson.
El anuncio llega en un momento en que el total de muertes en Gran Bretaña ascendió a 30.150, que lo sitúa en el segundo lugar en la fatídica lista, por detrás de Estados Unidos (73.431). En cuanto a los casos, las autoridades sanitarias locales informaron que la cifra subió a 202.359, cuarta nación en este apartado tras el propio EE. UU., que reporta más de 1,2 millones de contagiados, España, sobre los 220 mil e Italia (215 mil).
Ante la posibilidad de relajar las medidas, Johnson enfatizó que procederá con «máxima precaución» y que su objetivo es guiarse «por la ciencia y los datos» y «seguir de cerca el impacto de suavizar las medidas de distanciamiento social», al tiempo que no descarta volver a endurecerlas «si fuera necesario» ante un nuevo brote de la enfermedad.
Downing Street, residencia oficial desde donde despacha el primer ministro británico, ha reconocido que la paralización de la actividad debido a la pandemia está teniendo un «gran impacto» en la economía, pero han precisado que este efecto podría ser incluso peor si se produce un repunte de los contagios.
En este marco, el Banco de Inglaterra estimó este jueves que la economía británica podría contraerse un 14% este año, lo que supondría la mayor caída desde que comenzaron los registros.
Además, la entidad no descartó que la tasa del desempleo, que actualmente está en el 3,9%, llegue al 9% en el segundo trimestre del año por el impacto de las medidas de confinamiento para frenar a la enfermedad.
Presentan plan a Putin
Siguiendo en Europa, Rusia se prepara para un plan de desescalada gradual en tres fases que dependerán en gran medida de las decisiones que tomen los gobernadores de las 85 regiones del país y que se ha presentado al presidente, Vladímir Putin, en momentos que la Federación rusa aún no ha alcanzado la meseta del covid-19
«No hay ninguna necesidad de apresurarse. Incluso el error más pequeño tiene sus costes: la seguridad, la vida y la salud de nuestra gente y por ello la responsabilidad de cada decisión tomada por el Gobierno y los jefes de las regiones es extremadamente alta», dijo Putin, en una reunión telemática con miembros del Ejecutivo y expertos sanitarios.
En la más reciente jornada, Rusia registró más de 11 mil casos de la enfermedad, cifra récord en un solo día, que lo coloca en el quinto lugar de países con más contagios -por encima de 177 mil- mientras que los decesos ascendieron a 1.625.
La jefa sanitaria, Anna Popova, presentó a Putin el plan de desescalada de tres fases, pero advirtió que para poder comenzar a aplicarlo debe mantenerse la tendencia positiva hasta que acaben las fiestas de mayo y por tanto el periodo de vacaciones obligatorias retribuidas decretadas por Putin hasta el día 11, inclusive.
En la primer fase se permitirán paseos con los niños, el ejercicio y el deporte al aire libre y la apertura de algunos comercios y servicios, siempre guardando la distancia social.
En la segunda etapa, explicó Popova, podrán pasear grupos familiares, se volverán a abrir comercios con una superficie mayor, pero con restricciones del número de clientes que pueden atender y se reanudarán las clases en centros educativos.
En el último paso se reabrirán los parques y jardines con la obligación de mantener el distanciamiento social, se eliminarán las restricciones a la superficie y al número visitantes para los comercios y todos los hoteles y restaurantes volverán a operar.
OMS advierte de riesgos de flexibilización
Esta situación se produce en el contexto de la alerta que lanzó el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien advirtió que «el riesgo de volver al confinamiento es muy real» en los países que actualmente están aliviando sus medidas de distanciamiento social, si no se lleva a cabo una adecuada gestión de la desescalada.
La OMS insiste en que durante la fase de desconfinamiento debe garantizarse que los contagios están controlados, que el sistema sanitario puede afrontar la transición, que está minimizado el riesgo de rebrotes y que se han tomado medidas preventivas en escuelas y lugares de trabajo.
Asimismo, la organización con sede en Ginebra pide que antes de aplicar medidas de alivio de cuarentenas y otros confinamientos debe garantizarse que hay una adecuada gestión de los posibles casos importados y que la opinión pública está bien informada sobre las medidas tomadas por el Estado.
Tedros insistió en que no pueden descartarse futuras oleadas del coronavirus, pero que ante esa posibilidad «no puede permitirse que cunda el pánico», sino que se debe «estar preparados, porque ahora tenemos la oportunidad de sentar bases sólidas en los sistemas sanitarios».