Ordenan juicio político para Temer. El de Rousseff «no tiene fundamento», según Almagro
Un juez brasileño de la Suprema Corte ordenó el martes al Congreso que comience un procedimiento para un juicio político al vicepresidente Michel Temer, una medida que profundiza la crisis política y la incertidumbre sobre el liderazgo del país más grande de América Latina.
El juez Marco Aurelio Mello dijo a la Cámara Baja que convoque una comisión especial que considere la destitución de Temer, por cargos de haber ayudado manipular las cuentas fiscales como parte del Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff.
Otra comisión está analizando cargos similares contra Rousseff, quien está intentando conseguir respaldo para superar una votación de un juicio político en la Cámara de Diputados que podría realizarse a mediados de abril.
La medida tomada contra el vicepresidente Temer «le quita algo de impulso al juicio político» contra Rousseff, dijo Sonia Fleury, politóloga en la Fundación Getulio Vargas -un instituto de negocios y centro de estudios en Río de Janeiro-, citada por Reuters. «Sus opositores ahora tendrán que repensar su estrategia», agregó.
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro también se manifestó sobre la posibilidad del impeachment, asegurando que no tiene «ningún fundamento», por lo que su mandato constitucional debe ser respetado.
«Si no existe ninguna acusación, ninguna mancha que poner en términos de corrupción sobre la presidenta Dilma Rousseff, entonces no hay ningún fundamento para avanzar en un proceso de destitución, definitivamente no», dijo Almagro, según la AFP, a lo que agregó: «acá hay un mandato constitucional que le dio la ciudadanía a la presidente. Y debe ser respetado».
Para la mañana de este miércoles, la oposición estaba solo a tres votos de lograr la mayoría para continuar con el proceso de impeachment. Precisan ganar adeptos entre los 17 diputados que se declararan indecisos, ya que 18 diputados se manifestarán en contra, según el diario O Globo.
Riesgos para Dilma
Si bien la decisión sin precedentes puede ser revocada por la Suprema Corte, el fallo de Mello genera dudas sobre la gobernabilidad futura de un país envuelto en una crisis política, una recesión y una crisis institucional manejada cada vez más por el Poder Judicial de Brasil.
Debido a que Temer es el siguiente en la línea de sucesión a la presidencia, si Rousseff cae la posibilidad de su destitución complica los cálculos que deben hacer los legisladores si votan en contra de la presidenta. Si uno es culpable de los cargos, sugiere el fallo del juez, el otro también lo es.
Según Almagro, en caso de que se verifique «la mínima acusación» sobre la honestidad de Rousseff, «probablemente nosotros seríamos los primeros en marcar que debe dar un paso al costado, pero eso no existe».
Temer renunció el martes como líder del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que hasta la semana pasada era un socio en la coalición de gobierno. Al apartarse, dicen analistas, el vicepresidente puede evitar responder a los ataques contra el partido por abandonar la coalición.
También el martes, Rousseff consideró poco seria la posibilidad de una elecciones anticipadas. La presidenta también rechazó los pedidos de cambios inmediatos en el gabinete que la ayuden a conseguir respaldo político para superar la votación en caso de un posible juicio político.