ONU: plan contra «Timochenko» refleja precariedad de la paz en Colombia
El frustrado atentado contra el líder del partido FARC, Rodrigo Londoño, conocido como «Timochenko», ilustra los riesgos que corre el proceso de paz colombiano a causa de la persistencia de la violencia, advirtió la ONU.
Para la organización, que supervisa la implementación de los acuerdos entre el Gobierno y las FARC para poner fin a décadas de conflicto, los repetidos ataques contra excombatientes y líderes sociales siguen siendo la principal amenaza para la consolidación de la paz.
«El anuncio hecho por las autoridades de que habían frustrado un plan contra la vida del presidente de las FARC, Rodrigo Londoño, alias ‘Timochenko’, puso de manifiesto los riesgos que corren los exmiembros de las FARC-EP y el propio proceso de paz, y lo crucialmente importante que es garantizar su seguridad», dijo el enviado de Naciones Unidas para Colombia, Carlos Ruiz Massieu.
El diplomático presentó ante el Consejo de Seguridad el último informe de la ONU sobre la situación en el país latinoamericano un día después de que la Policía colombiana informase de que había abatido a dos disidentes de la antigua guerrilla que iban a atentar contra «Timochenko».
Según las autoridades, ambos habían recibido instrucciones directas de Luciano Marín, alias «Iván Márquez», y de Hernán Darío Velásquez, alias «El Paisa», dos de los exjefes guerrilleros que el pasado agosto anunciaron la vuelta a las armas.
Compromiso gubernamental
Para la canciller colombiana, Claudia Blum, el haber impedido el ataque es prueba del «compromiso serio» que tiene en este ámbito el presidente Iván Duque.
La responsable colombiana de Exteriores admitió que el asunto de la seguridad es uno en el que «hay que mejorar», pero recalcó que el Ejecutivo está haciendo todo lo posible y que el trabajo de la Justicia está dando resultado.
Mientras, en su último informe la ONU indicó que 2019 fue «el año más violento» para los exguerrilleros de las FARC que se acogieron al acuerdo de paz, pues en ese periodo fueron asesinados 77 desmovilizados.
A ello se suman los continuados ataques contra activistas locales, sobre los que Naciones Unidas lleva tiempo advirtiendo.
Desde la firma de la paz en noviembre de 2016, la Oficina en Colombia del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha verificado 303 asesinatos de defensores y defensoras de los derechos humanos y líderes sociales, 86 de los cuales (incluidas 12 mujeres) ocurrieron en 2019, según el informe.
«La paz no se logrará plenamente si las valientes voces de los líderes sociales sigue siendo silenciadas a través de la violencia y si los antiguos combatientes que dejaron las armas y se comprometieron a reintegrarse continúan siendo asesinados», avisó Ruiz Massieu.