OEA recibió denuncias de persecución contra alcaldes opositores venezolanos
El alcalde de Maturín, Warner Jiménez, se reunió con el secretario general de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, para denunciar la persecución, atropello y hostigamiento del Gobierno de Nicolás Maduro contra los alcaldes de la Unidad, especialmente los dirigentes de Voluntad Popular como Daniel Ceballos (preso), Lumay Barreto (destituida ilegalmente), Delson Guarate (preso), David Smolansky y el mismo Jiménez (perseguido político).
«Desde que ganamos la Alcaldía de Maturín en diciembre de 2013, después de 9 años en manos del chavismo, me sentenciaron. Me hicieron el primer juicio unos meses después, en marzo de 2014, hostigamiento constante con tomas violentas del Palacio Municipal, paralización de pago de impuestos al municipio por parte de Pdvsa, intervención de la policía municipal, intervención administrativa de la Alcaldía por el Estado y constante persecución», señaló en declaraciones reseñadas por nota de prensa.
El dirigente de Voluntad Popular explicó que en Venezuela «se viola la Constitución flagrantemente» al emitir órdenes de captura al antojo del régimen, con fiscales y jueces «manipulados» y sin el debido proceso.
«Quieren despojar las alcaldías de la Unidad, como ocurrió con Maturín, donde ya el Gobierno nombró otro alcalde de su partido violando no solo la Constitución, sino las Leyes del Poder Público Municipal venezolano. El Gobierno en Venezuela no tiene credibilidad, habla de diálogo pero mantiene la persecución contra alcaldes, sus familiares y continúa con sus tratos inhumanos sobre los más de 100 presos políticos de Venezuela, especialmente sobre el líder de Voluntad Popular injusta e ilegalmente preso, Leopoldo López», dijo.
El alcalde pidió a Almagro que alce su voz en la comunidad internacional por lo que está ocurriendo en Venezuela, por lo que le entregó un documento con todo el caso de persecución contra alcaldes de Voluntad Popular. Asimismo, informó que irá a otras instancias internacionales para denunciar la grave violación a la democracia venezolana y los derechos humanos, reseñó el 2001.