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Obama incumple su promesa de concluir la guerra en Afganistán

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anuncia que mantendrá 5.500 soldados en Afganistán cuando deje el cargo en 2017. Y 9.800 militares se quedarán en lo que queda de 2016.

La decisión de Obama incumple su promesa de terminar la guerra en el país asiático durante su mandato, y en su lugar pasa la resolución del conflicto a su sucesor, que será electo en noviembre de 2016.

Según los diarios estadounidenses, el presidente demócrata mantendrá durante «la mayor parte de 2016» la actual fuerza de 9.800 soldados para luego reducir el número a 5500 para cuando Obama deje la Casa Blanca, en enero de 2017.

En el reporte de la agencia EFE sobre el discurso del mandatario desde la Casa Blanca, destaca que «las fuerzas afganas no son todavía tan fuertes como deberían». Agregó que la situación de seguridad en ese país sigue siendo «muy frágil».

«No apoyo la idea de una guerra sin fin», puntualizó el presidente al defender su decisión, porque cree que es «lo correcto» dada la situación sobre el terreno en Afganistán, y que este «ajuste» de la retirada puede contribuir a consolidar «el difícil progreso» que está realizando ese país en materia de seguridad.

Asimismo, recordó su compromiso de evitar que Afganistán se convierta «en un refugio para los terroristas».

El presidente también quiso enfatizar que la «naturaleza» de la misión estadounidense en Afganistán no ha cambiado y que las tropas ya no están desde hace un tiempo «en rol de combate».

Según Obama, será necesario continuar evaluando la situación sobre el terreno y la posibilidad de más ajustes, algo que anticipó que será su tarea hasta enero de 2017 y luego la de su sucesor en la Casa Blanca.

El jefe de las fuerzas de EEUU en Afganistán, el general John Campbell, ya adelantó la semana pasada que le había presentado a Obama varias opciones para prolongar la presencia de las tropas en ese país.

Además de las tropas de EEUU, la OTÁN cuenta con alrededor de 4.000 militares en tareas de asistencia y capacitación en Afganistán, aunque sin mandato para entrar en combate.

El nuevo plan de EEUU llega en un momento de creciente violencia en el conflicto que sufre Afganistán, después de que los talibanes llegaran a controlar la emblemática ciudad de Kunduz, en el norte del país.

Los insurgentes ocuparon a comienzos de octubre Kunduz, durante tres días, en lo que supuso su mayor logro militar desde la caída del régimen talibán en 2001 tras la invasión de Afganistán, y el pasado día 11 anunciaron su retirada definitiva de la ciudad.

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