La intolerancia que catapultó a Trump hoy lo hunde, por Reyes Theis
Cuando a mediados de 2015 se comenzaba a hablar de los posibles nominados a la Presidencia de la República en Estados Unidos, todavía el nombre de Donald Trump no aparecía en escena.
En junio de ese año, una encuesta del diario The Wall Street Journal y la cadena NBC News indicaba que la preferencia de los votantes republicanos estaba con el exgobernador de Florida, Jeb Bush con un 22% Otros posibles aspirantes mencionados eran el gobernador de Wisconsin Scott Walker y el senador por Florida Marco Rubio
Un aspirante que ni siquiera estaba en la bitácora del votante tenía que comenzar de forma altisonante. De esta forma, el magnate de los bienes y raíces entró en disputa culpando de algunos de los males de los EEUU a sus vecinos mexicanos y ofreció construir un muro que pagarían ellos.
En un trabajo para Analítica, el especialista en comunicación política, Aquiles Esté, un venezolano residenciado en Florida y asesor de múltiples campañas electorales, vaticinaba en marzo de 2016 que aunque la estrategia empleada podría hacer que Trump obtuviera la nominación republicana, la duda era si podría hacerlo que llegara a la Casa Blanca.
Sostenía que el discurso del aspirante le había permitido conectar con el trabajador básico norteamericano, que es un sector importante de la población, pero no le permitiría ganar una campaña en una elección general. “Se gana las primarias republicanas con 4 millones de votos, pero es un porcentaje mínimo de lo que se necesita en una elección general”, explicó en ese momento.
El vaticino de Esté parece cumplirse. Ya Trump comienza a hundirse en las encuestas.
Efecto búmeran
Algunos analistas habían previsto que si Trump quería llegar a la Presidencia, una vez que obtuviera la nominación republicana debía dar un giro en el tono de sus declaraciones, presentándose más sosegado y reflexivo y posiblemente edulcorando sus posiciones anteriores, en un intento de despejar las dudas en su contra, que los hacían ver como un riesgo para EEUU y el mundo entero.
Ese giro, no ha llegado a pesar que faltan 3 meses para los comicios. Pero lo que es peor para él, sigue en su onda de la intolerancia racial y religiosa, lo cual le está causando gran daño a sus aspiraciones.
Lo que ocurrió más reciente es la polémica con los padres de un soldado musulmán de origen paquistaní, miembro de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos y que falleció en Iraq en 2004 por un atentado con explosivos en el que fallecieron 13 militares.
El padre y la madre de Humayun Khan se presentaron ante la Convención Demócrata. La mujer vestía un hiyab. “Hillary Clinton tenía razón cuando llamó a mi hijo ‘lo mejor de América’. Si fuera por Donald Trump, nunca habría estado en América”, soltó Khizr , el papá.
Dijo que Trump “falta al respeto a otras minorías, a las mujeres, a los jueces, incluso a los líderes de su partido. Promete construir muros y excluirnos a todos de este país” y preguntó si el aspirante republicano “¿Se ha leído la constitución de Estados Unidos? Le prestaré con gusto mi copia. Busque en este documento las palabras ‘libertad’ e ‘igualdad ante la ley’”, aseveró.
El portal verne.elpaís.com, reseñó que Curator, una herramienta de Twitter, dio cuenta que casi 100.000 tuits mencionan a Khizr Kahn desde entonces y el periodista de Wired, Nate Goldman publicó en la red social la gráfica de Google que refleja el crecimiento tras el discurso de Khan de las búsquedas de “register to vote” (en Estados Unidos hay que inscribirse en el censo para poder votar).
Pero la respuesta de Trump a los padres del soldado asesinado no pudo ser más torpe: “Su esposa estaba ahí, de pie. No tenía nada que decir. Probablemente, ni siquiera le estaba permitido hablar. Juzgue usted mismo”, declaró en una entrevista televisiva con ABC News.
BBC Mundo recogió alguna de las reacciones tras la declaración de Trump, como la del gobernador de Ohio, John Kasich, quien le disputó la nominación republicana a Trump. Publicó en su cuenta de Twitter que “sólo hay una manera de hablar de los padres que perdieron a sus hijos durante la guerra: con honor y respeto”.
Problemas en el plano interno
Dentro del partido Republicano hay fuertes divergencias. El portal CNN en Español publicó que una fuente de esa tolda política le dijo a ese canal que el presidente del Comité Nacional Republicano, Reince Priebus, “está furioso” luego de que Trump se negó públicamente a apoyar al presidente de la Cámara de Representantes Paul Ryan en la búsqueda de la reelección.
Además, las declaraciones fuera de lugar de Trump también preocupan a los republicanos, que ya avizoran cuatro años más en la oposición. Ari Fleischer, exvocero del expresidente George W. Bush, dijo que hay una sensación de desconcierto en el mundo político. “Él es tan bueno en el contragolpe que se está noqueando a sí mismo”, dijo a CNN. “Si se enfoca en Hillary, si se enfoca en la economía, si habla sobre Obama y que no queremos un tercer término (demócrata), él puede ganar la elección. Él se está causando daño a sí mismo y está dañando la causa”, cuestionó.
Las encuestas
Ante todo este escenario, las encuestas han comenzado a validar el derrumbe en las preferencias electorales de Trump. De esta forma, según la más reciente encuesta ordenada por Washington Post y ABC News, la demócrata Hillary Clinton le saca al magnate 8 puntos de diferencia.
Por otra parte, CNN, hizo una proyección llamada “encuesta de encuestas”, que establece un promedio de varios estudios de opinión e indica que la diferencia, para finales de julio llegó al 10% a favor de la exsecretaria de Estado.
Esta vez la intolerancia, está jugando en contra de Trump.