HRW pide romper con «décadas de abusos» y represión tras derrocamiento de Al Asad
La organización recordó que las dos décadas de Bachar estuvieron marcadas por "innumerables atrocidades, crímenes contra la humanidad y otros abusos"
Human Rights Watch (HRW) pidió este jueves a los insurgentes que derrocaron al presidente sirio, Bachar al Asad, que pongan fin a «décadas de abusos» y de represión del exmandatario, mientras que recordó que algunos de los grupos rebeldes «también son responsables» de violaciones de derechos humanos.
«El derrocamiento del gobierno de Bachar al Asad por parte de grupos armados de oposición ha creado una oportunidad trascendental para que Siria rompa con décadas de represión y pase página en materia de derechos humanos», dijo la organización en un comunicado, en el que pidió abordar estos crímenes durante los 13 años de guerra en el país.
En este sentido, insistió en la importancia de garantizar la rendición de cuentas y proteger a los sirios, «independientemente de su origen étnico o sectario o de su afiliación política», pese a que la alianza insurgente liderada por Hayat Tahrir al Sham (HTS u Organismo de Liberación del Levante) se ha comprometido a ello.
HRW recordó que durante los 54 años de gobierno del partido Baaz de la familia Al Asad, Siria «acumuló un historial de violaciones de derechos humanos», mientras que las dos décadas de Bachar estuvieron marcadas por «innumerables atrocidades, crímenes contra la humanidad y otros abusos» como arrestos arbitrarios masivos, torturas o desapariciones forzadas.
También denunció el uso de armas químicas, inanición como arma de guerra y ataques indiscriminados contra civiles por parte del régimen del derrocado presidente.
Sin embargo, recordó que los grupos rebeldes no estatales como HTS -heredera de la exfilial de Al Qaeda en Siria- y las facciones de la milicia proturca Ejército Nacional Sirio (SNA) -que lideraron la ofensiva contra Al Asad el 27 de noviembre, «también son responsables de abusos de derechos humanos y de crímenes de guerra».
«El nuevo liderazgo de Siria tiene una oportunidad sin precedentes de dar ejemplo en materia de derechos humanos, incluso protegiendo los derechos básicos en una nueva constitución», dijo HRW, que pidió a las nuevas autoridades que ratifiquen instrumentos y tratados internacionales de derechos humanos.
Además, elaboró una serie de medidas que deberá tomar la nueva administración, ahora liderada temporalmente por el islamista Mohamed al Bashir durante un periodo transitorio de tres meses.
Entre ellas, garantizar la justicia y la rendición de cuentas por «los abusos del pasado»; proteger a los civiles, a las minorías y el patrimonio cultural; abordar la detención y el paradero de personas desaparecidas; reformar la gobernanza; mejorar la cooperación con agencias humanitarias y «prevenir nuevos abusos por parte de grupos armados».
En este sentido, HRW señaló que la ONU podría desplegar en Siria «agentes de policía civil de diversos países para ayudar a supervisar y capacitar a la policía local y enviar observadores de derechos humanos a las zonas del país que se consideraban leales a Al Asad o donde pueden surgir tensiones graves».