Hijo de Bachelet declara por tráfico de influencias
Sebastián Dávalos, hijo mayor de la presidenta chilena, Michelle Bachelet, declara hoy como imputado ante la Fiscalía de la región de O’Higgins en el marco de una investigación por supuestas irregularidades en un millonario negocio inmobiliario.
El interrogatorio a Sebastián Dávalos, rodeado de una gran expectación mediática y fuertes medidas de seguridad, tiene lugar en la ciudad de Rancagua, a 100 kilómetros al sur de Santiago, como parte de la investigación que lleva a cabo el fiscal regional Luis Toledo por la supuesta comisión de delitos de tráfico de influencias y uso indebido de información privilegiada.
La esposa de Dávalos, Natalia Compagnon, propietaria del 50 % de la empresa Caval, declaró el pasado miércoles durante nueve horas, también como imputada, ante esta misma Fiscalía.
A diferencia de lo ocurrido hoy, la llegada de Compagnon a la sede del Ministerio Público la semana pasada se produjo en medio de un gran tumulto.
En esa ocasión, la nuera de la presidenta incluso fue zarandeada por algunos manifestantes que protestaban por los casos de corrupción que se han conocido últimamente en Chile y que han salpicado a empresarios y políticos.
Sin embargo, este lunes los carabineros dispusieron un cordón de seguridad para mantener alejados de la sede de la Fiscalía a camarógrafos, periodistas y fotógrafos, y evitar eventuales altercados con manifestantes.
Los hechos que están en la mira del ministerio público salieron a la luz en febrero pasado, cuando el semanario Qué Pasa reveló que el Banco de Chile, entidad controlada por el grupo Luksic, entregó en 2013 un crédito de 6.500 millones de pesos (unos 10,4 millones de dólares) a la empresa Caval para comprar unos terrenos en la región de O’Higgins.
El hecho de que el préstamo se aprobara un día después de que Bachelet ganara la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, el 15 de diciembre de 2013, cuando Dávalos trabajaba como gerente de proyectos de Caval, ha golpeado duramente la popularidad de la mandataria, mientras que su hijo debió renunciar al cargo de director sociocultural de la Presidencia de la República.
El pasado viernes, en una entrevista con el vespertino La Segunda, Compganon negó que Bachelet tuviera conocimiento del millonario negocio en el que la empresaria está involucrada y que ha desatado uno de los peores escándalos políticos en Chile de los últimos 25 años.
«Mi suegra no sabía nada, nunca le he informado de mis negocios ni de mis cosas, porque lo he hecho de manera profesional e independiente», aseguró.
La propia mandataria se había desmarcado dos días antes, en un encuentro con corresponsales extranjeros, de los negocios de la empresa Caval y de las reuniones sostenidas por Compganon y Dávalos con el dueño del Banco de Chile.
«Obviamente yo nunca supe de esa reunión. No tuve nada que ver con ella, no la pedí y desde que volví a Chile, en marzo de 2013, no hablé con (Andrónico) Luksic hasta noviembre de 2014. Yo no he tenido ninguna vinculación con nada de eso, ni con la reunión ni con el negocio, nada», recalcó Bachelet.
También el vicepresidente del Banco de Chile se ha desmarcado de la polémica causada por la entrega del millonario crédito a la nuera de la presidenta Bachelet al asegurar que nunca buscó establecer una «relación impropia».
«Podrán decir que he actuado imprudentemente, pero con claridad señalo que mis actuaciones no han buscado nunca establecer una relación impropia con la autoridad», enfatizó Luksic en un comunicado de cuatro párrafos difundido el pasado viernes.
Respecto a la comparecencia de Sebastián Dávalos, el ministro portavoz de Gobierno, Álvaro Elizalde, se limitó hoy a señalar que «el Ministerio Público está realizando su trabajo para el total esclarecimiento de estos hechos».