Grandes potencias quieren armar al Gobierno de Libia contra el ISIS
EEUU, Rusia, China y otras potencias internacionales coincidieron este lunes en la necesidad de armar al Gobierno de unidad de Libia para poder luchar contra el grupo yihadista Estado Islámico, que está ganado terreno en medio del caos y el vacío de poder que sufre el país norteafricano desde 2011.
Los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (EEUU, Rusia, China, Francia y Reino Unido) y otros quince países, en su mayoría europeos y árabes, han acordado en una reunión ministerial celebrada en Viena aceptar exenciones al embargo impuesto en 2011 a Libia.
«Reafirmamos nuestro apoyo a la soberanía de Libia, su integridad territorial y unidad», afirma el comunicado difundido por el Departamento de Estado de EEUU, país que organizó la conferencia, junto a Italia.
El líder del Gobierno de unidad libio designado por la ONU, Mohamad Fayez al Serraj, que desde marzo intenta asentar su autoridad en el país, solicitó a las potencias asistencia para luchar contra los yihadistas y exenciones al embargo de armas actualmente en vigor.
La propuesta ha sido bien recibida por las potencias, que se han mostrado «dispuestas a responder a la petición del Gobierno libio para entrenar y equipar sus fuerzas» y a fijar «exenciones» al embargo.
El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, indicó en una rueda de prensa al final del encuentro que «la comunidad internacional va a apoyar la exención al embargo de armas del Consejo de Seguridad (de la ONU) para adquirir armas y munición» para luchar contra el Estado Islámico.
Francia, Alemania o Italia han advertido que la inestabilidad en Libia y el auge del ISIS en una situación de vacío de poder suponen también una amenaza directa para Europa.
Al Serraj insistió en que lo que se está solicitando es apoyo pero no una intervención de fuerzas extranjeras.
«Pedimos a la comunidad internacional que nos asista, no hablamos de intervención sino de asistencia», declaró.
Kerry matizó que no se trata de levantar las limitaciones a la importación de armas sino de aplicar excepciones.
De hecho, el jefe de la diplomacia estadounidense indicó que será necesario controlar que las armas no lleguen a ningún grupo que no sea el Gobierno de unidad.
«Es un equilibrio delicado», reconoció Kerry.
«Si hay un Gobierno legítimo y está luchando contra el terrorismo, no debería ser prisionero o víctima del embargo de armas», subrayó.
Todos los participantes en la reunión respaldaron al gabinete de unidad libio para lograr estabilidad y evitar que los yihadistas sigan ganando terreno gracias al vacío de poder.
Algunos países, como Italia, también han destacado que apoyar al Gobierno de unidad libio para que se asiente en el país permitirá a la comunidad internacional contar con un socio con el que afrontar otros desafíos, como la inmigración ilegal.
«Con estabilidad (en Libia) podemos luchar contra el terrorismo y afrontar el problema de la inmigración», declaró a la prensa el ministro de exteriores italiano, Paolo Gentiloni.
El responsable alemán de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, también destacó la necesidad de evitar que en el Mediterráneo se extienda un vacío legal y la necesidad de controlar la migración ilegal.
Estas preocupaciones tienen su reflejo en el comunicado final, en el que se menciona la cooperación con el Gobierno de unidad libio para afrontar las amenazas en el Mediterráneo, incluidas «todas las formas de contrabando y tráfico, incluido el de personas» y se indica que la Unión Europea capacitará a los guardacostas del país.