Gobierno y oposición prosiguen contactos para abrir un diálogo

Representantes del Gobierno y de la oposición de Venezuela prosiguen este jueves por segundo día consecutivo los contactos en Santo Domingo para abrir un nuevo diálogo encaminado a cerrar la crisis que vive ese país.

A iniciativa del expresidente del Ejecutivo español José Luis Rodríguez Zapatero y del Gobierno dominicano que invitaron el martes a ambas partes a un diálogo, ambas partes se volvieron a citar este jueves en la sede de la Cancillería.

El encuentro, que ya se prolonga más de 6 horas, se celebra con un gran hermetismo, sin que se hayan difundido imágenes del mismo ni se haya informado oficialmente del formato de las reuniones.

A su llegada este jueves a la sede de la Cancillería, el presidente dominicano, Danilo Medina, no hizo declaraciones a la prensa, pero ayer al término del encuentro aseguró que se escuchó a ambas partes y señaló que «hay mucha disposición de llegar a algún tipo de negociación».

Medina añadió que se «está en el proceso de construcción de una agenda que lleve a una negociación definitiva a la crisis».

Los representantes del Gobierno venezolano acudieron al encuentro «con mucho optimismo por la paz» en su país, según dijo este jueves en breves declaraciones la presidenta de Asamblea Nacional Constituyente (ANC) de Venezuela, Delcy Rodríguez, quien participa en las reuniones junto al alcalde del municipio caraqueño Libertador, Jorge Rodríguez.

Mientras tanto, la oposición venezolana aunque ha acudido a la convocatoria de Santo Domingo sigue reacia a entablar un nuevo proceso de diálogo con el Gobierno de Maduro.

Hasta el momento, ninguno de los representantes de la oposición venezolana que participan en la reunión y, que según se informó desde Caracas, está integrada por Luis Florido, Timoteo Zambrano; el jefe del Parlamento, Julio Borges, y el dirigente Manuel Rosales ha comparecido hoy ante la prensa.

A través de las redes sociales dirigentes opositores hicieron ayer algunos comentarios al respecto, casi todos para reiterar que no participarán en una mesa de diálogo directo con representantes chavistas hasta que se cumplan algunas condiciones demandadas insistentemente por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD)

Para aceptar las conversaciones, la oposición exige la presentación de un cronograma electoral que incluya una fecha firme para las elecciones presidenciales previstas para 2018, además de «la liberación de presos políticos», entre otras demandas.

La iniciativa de diálogo de Zapatero y del Gobierno dominicano es apoyada por el secretario de la ONU, António Guterres, quien consideró como «absolutamente necesario» que el Gobierno y la oposición de Venezuela alcancen una solución política para cerrar la crisis que vive ese país.

«Creemos que una solución política, con el acuerdo entre las dos partes (Gobierno y oposición) es absolutamente necesaria para salvaguardar la democracia y los derechos humanos en Venezuela», afirmó Guterres.

Al igual que hoy, la reunión de ayer se realizó a puerta cerrada y tras una larga jornada de contactos.

Horas antes del encuentro de ayer en la Cancillería, el alcalde del municipio caraqueño Libertador, Jorge Rodríguez, aseguró a la prensa en un hotel de la capital dominicana que «estamos en un momento estelar para acercarnos a un acuerdo definitivo».

Entre los contactos que tuvo ayer Rodríguez Zapatero hubo uno con el expresidente dominicano Leonel Fernández, quien, como él, es mediador del diálogo que promueve la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) en Venezuela para conversar sobre este nuevo intento de buscar una solución pacífica y democrática a la crisis venezolana.

Aunque esas reuniones han fracasado por el supuesto incumplimiento de las partes de los acuerdos alcanzados en la mesa, Rodríguez Zapatero ha continuado visitando Venezuela, especialmente en los momentos más álgidos de la crisis política y social.

Las protestas en Venezuela iniciaron en abril y se incrementaron en mayo pasado, cuando Maduro convocó a una Asamblea Constituyente, compuesta solo por miembros afectos al chavismo y desconocida por la oposición, así como por buena parte de la comunidad extranjera.