Figueredo: Resolución del Europarlamento es un duro golpe al gobierno de Venezuela
Una resolución del Europarlamento pidió a los organismos ejecutivos europeos sancionar a los implicados en violaciones de los derechos humanos en Venezuela, así como contemplar la congelación de sus bienes y la prohibición de entrar en la Unión.
El especialista en Derecho Internacional y editor de Analitica.com, Emilio Figueredo, destaca el duro golpe que esto supone para el gobierno venezolano y apunta que esto «es parte del mecanismo de presión que está ejerciendo la comunidad internacional» en la búsqueda de solución a la crisis.
En la resolución, aprobada con 526 votos a favor, 96 en contra y 59 abstenciones, el Parlamento Europeo condena las elecciones a la Asamblea Constituyente, ya que constituyen una violación de la separación de poderes, además de que “no reconoce estas elecciones ni las acciones o decisiones que adopte la Asamblea constituida recientemente debido a su falta de legitimidad”.
Este documento se emite cuando está en puertas un llamado a diálogo en República Dominicana, convocado por este gobierno en conjunto con el expresidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, en la cual participarán Francia, México y el Vaticano.
En este momento la tenaza se esta cerrando y el gobierno se esta dando cuenta de que se esta quedando sin recursos. Se están quedando sin aliados.
Figueredo también reconoce que la diplomacia internacional está actuando concertada: «Estados Unidos, los países latinoamericanos, España, Japón; todo eso es parte de una estructura que busca forzar una negociación para restablecer el hilo democrático«.
Asimismo, resalta que, en este momento, los actores internacionales tienen «la sartén agarrada por el mango, y si va a haber negociación, el gobierno tiene que entregar, porque ya no puede imponer su condición. El régimen no está más fuerte, está más débil que nunca, lo cual no quiere decir que ha caído. Un caimán herido es peligroso y hay que saberlo manejar».
«La parte internacional toma tiempo, es lenta para arrancar, pero una vez que se pone en marcha no la para nadie. La que va a resolver la crisis venezolana, que lamentablemente no pudimos resolver entre nosotros, no son los venezolanos, sino la presión internacional», puntualiza.