Entre festejos y lamentos falleció la viuda de Pinochet
El fallecimiento de la viuda del exdictador chileno Augusto Pinochet (1973-1990), Lucía Hiriart, despertó emociones encontradas, entre quienes salieron a la calle a festejar su muerte, y los que consideran que hizo un gran aporte al país y lloran su deceso
El fallecimiento de la viuda del exdictador chileno Augusto Pinochet (1973-1990), Lucía Hiriart, despertó emociones encontradas, entre quienes ven en ella una pieza clave de las atrocidades del régimen militar y salieron a la calle a festejar su muerte, y los que consideran que hizo un gran aporte al país y lloran su deceso.
«Lamentamos comunicar el sensible fallecimiento de nuestra querida madre, hoy acompañada por todos sus hijos y nietos se durmió en la paz del señor. Agradecemos las muestras de cariño y afecto. Confiamos en que en estos momentos de dolor se respete nuestro duelo», dijo a la prensa Marco Antonio, uno de los cinco hijos de la familia Pinochet Hiriart.
La noticia causó un gran revuelo en los todos medios locales y la céntrica plaza Italia de la capital chilena se fue llenando espontáneamente de centenares de personas, que permanecieron allí desde las primeras horas de la tarde y hasta la noche, para celebrar el deceso de Hiriart, quien nació el 10 de diciembre de 1923, según el registro civil.
«Se murió la vieja», rezaba una de las pancartas de estos manifestantes, que consideran a Hiriart «un personaje infame» de la historia de Chile y lamentan que murió «en total impunidad» y «sin pagar nada de lo que hizo».
Así lo dijo a Efe Elizabeth Garrido desde la Plaza Italia, compartiendo la misma idea que expresó en Twitter Gabriel Boric, el candidato izquierdista para las elecciones presidenciales del país, que se celebran este domingo.
«Lucía Hiriart muere en impunidad, pese al profundo dolor y división que causó a nuestro país. Mis respetos a las víctimas de la dictadura de la que fue parte», escribió Boric.
Su contrincante en las urnas, el ultraderechista José Antonio Kast, que ha defendido en varias ocasiones la dictadura de Pinochet, dijo a la prensa local que más allá de «darle la condolencia a la familia» y «lamentar la muerte de alguien», no quiere hacer de esto «un hecho político».
«Yo lo dejo como un hecho humano, veo ahora que hay gente celebrando, creo que no es lo que uno esperaría, siempre la muerte de alguien para la familia es doloroso, más allá del rol histórico que haya tenido la persona«, agregó Kast.
«Muere un cómplice de la dictadura»
Desde las asociaciones de víctimas de la dictadura, recordaron el «rol muy participativo y efectivo» que Hiriart tuvo en la dictadura y que muere sin pagar por ello ante la Justicia.
«Muere nuevamente un cómplice de la dictadura en la impunidad. Lamento que ella nunca haya sido procesada sobre la corrupción y complicidad», dijo Alicia Lira, presidenta de la Agrupación de Familiares de Ejecutado Políticos (AFEP).
Por su parte, Lorena Pizarro, presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidas y Detenidos Desaparecidos, dijo que «Hiriart jugó un rol gravitante en los crímenes y en el enriquecimiento de la dictadura».
Los legisladores tampoco fueron ajenos a la noticia. Uno de los que más espacio dedicó en medios a recordar la vida de Hiriart fue el senador Álvaro Moreira.
«Creo que la partida de la señora Lucía marca un hito en el cierre final de una época con más luces que sombras. Una etapa de victoria que debe dejar lecciones para las futuras generaciones. Por eso creo que la señora Lucía dejó un legado, un legado humanitario, un legado social», dijo Moreira.
El parlamentario de la de la ultraconservadora Unión Demócrata Independiente (UDI) agregó que Hiriart «fue uno de los personajes más relevantes del siglo XX en la historia de Chile» y que «en el corazón de una parte del pueblo de Chile siempre va haber un reconocimiento a la labor que ella hizo».
El exdiputado y exministro de derechas Mario Desbordes dio sus condolencias a familia y lamento «que algunos festinen con su partida».
«Su vida está unida a período que terminó hace 30 años y que actuales y futuras generaciones juzgarán. Importante son 50 años que vienen, más que el pasado», dijo.
Por contra, los parlamentarios de izquierda fueron muy expresivos subrayando que murió «una de las figuras centrales del pinochetismo» que será recordada «por el daño y el horror al que sometieron al pueblo», tal y como dijo la diputada del Partido Comunista Karol Cariola.
Por su parte, el diputado del izquierdista Partido Liberal Vlado Mirosevic dijo que Hiriart «será despedida en familia y en paz, la misma que la dictadura después de torturar y asesinar, le arrebató a miles de familias en Chile».
Hiriart, que llevaba mucho tiempo alejada de la actividad pública por su avanzada edad y en los últimos años estuvo varias veces ingresada debido a su delicado estado de salud, murió en su residencia en el oriente de Santiago.
Se trata de una de los personajes de mayor relevancia histórica en el país pues, junto a Pinochet, comandó una de las dictaduras más sangrientas de América Latina, que dejó al menos 40.000 víctimas y más de 3.000 asesinados o desaparecidos a manos de agentes.
Se le atribuye una poderosa influencia sobre Pinochet incluso para que este se sumara a la asonada golpista en septiembre de 1973 que derrocó al Gobierno de Salvador Allende.