El terrorismo vuelve a atacar a Francia por quinto año consecutivo
Como si fueran poco las protestas que desde hace un mes se han desatado en Francia contra el gobierno de Emmanuel Macron por las medidas económicas que pretendían subir los precios de los combustibles y los impuestos, sin mejoras en los niveles adquisitivos de la población, ahora el país galo vuelve a ser víctima de otro atentado terrorista por quinto año consecutivo.
Cuando todavía están frescos en la memoria: el ataque en enero de 2015 contra el semanario satírico Charlie Hebdo, que dejó 12 muertos; los atentados suicidas en noviembre de ese mismo año en la capital París y su suburbio de Saint Denis en los cuales murieron 137 personas y otras 415 resultaron heridas; o la serie de atentados en París en el sitio nocturno Bataclán y en el Estadio de Futbol, que causó 130 fallecidos; o la arremetida de un camión en el Día Nacional de Francia, el 14 de julio de 2016, en el que perecieron otros 84; o el tiroteo en París el 20 de abril de 2017, cuando tres agentes policiales fueron atacados por un asaltante con un fusil AK-47 en los Campos Elíseos, sin contar con amenazas contra policías en una estación de tren en 2014, este miércoles la ciudad luz volvió a ser víctima de un atentado terrorista.
En el centro de la ciudad de Estrasburgo a las 7:50 de la noche, hora local, un hombre armado con un rifle automático y armas blancas asesinó a tres personas e hirió a otras 12 que están en estado crítico, en el conocido mercado navideño de la ciudad, el más antiguo de Europa, al tiempo que gritaba ¡Alá es grande!
Y es que es esa otra característica común de estos atentados: la autoría por parte de radicales yihadistas islámicos.
Nació en Francia
El atacante, identificado como Chérif Chekatt, de 29 años, nació en Estrasburgo. Se trata de un hombre de corpulencia normal, de aproximadamente 1,80 metros de estatura y de carácter discreto, según sus vecinos del barrio de escasos recursos llamado Neufort, donde abundan las torres de viviendas de protección oficial.
Chérif C. ha sido condenado en 27 ocasiones por robos y actos violentos y había pasado dos veces por la cárcel en
Francia, además de otras en Suiza y en Alemania, que lo expulsó en 2017 a Francia, que lo había reclamado. En dos ocasiones pasó por prisión, siendo condenado en ambos casos a dos años, la última a finales de 2015.
Según la policía, fue en ese momento cuando comenzó a mostrar una agresividad creciente y un proselitismo religioso que llevó a los servicios de espionaje a abrir una ficha S.
Los reportes oficiales aseguran que en prisión comenzó a incitar a sus allegados a «practicar la religión de forma radical».
Pero nunca se le pudo relacionar con hechos de carácter terrorista, al tiempo que, según los investigadores, nunca había tratado de viajar al Oriente Medio.
Vivía solo en el mismo barrio que sus padres, aunque en su caso en un edificio más modesto.
Plan antiterrorista
Chekatt atacó a varios viandantes y, posteriormente, se enzarzó en un tiroteo con cuatro militares del dispositivo antiterrorista Sentinelle que patrullaban por la zona, que respondieron y le hirieron en un brazo, sin lograr detenerle.
El presunto terrorista consiguió escapar también de un grupo de agentes con el que se cruzó al bajar del taxi a cuyo conductor obligó a dirigirse a su barrio, Neudorf.
Contribuyó a identificarle, refirió la agencia EFE, el que hubiera confesado al conductor haber disparado y matado «a diez personas» y que le contara que la policía había registrado esa mañana su domicilio y había hallado una granada, según relató en Estrasburgo el fiscal antiterrorista de París, Rémi Heitz, que confirmó el carácter terrorista del acto.
Tras la fuga de Chekatt se creó un amplio dispositivo de seguridad que movilizó a más de 700 agentes de las fuerzas del orden, con un control reforzado en esa ciudad y en las fronteras.
Además, el Ejecutivo decidió elevar a su máxima escala el plan antiterrorista Vigipirate, la de «urgencia por atentado», y el primer ministro, Édouard Philippe, anunció un refuerzo del dispositivo militar antiterrorista Sentinelle de 1.300 efectivos para garantizar la seguridad durante el periodo navideño.
Condena
El papa Francisco expresó su «tristeza y preocupación» por el atentado terrorista, y de inmediato también se sumaron distintos mandatarios, entre los cuales se cuentan a Donald Trump (Estados Unidos), Vladimir Putin (Rusia), Nicolás Maduro (Venezuela), Ángela Merkel (Alemania), Justin Trudeau (Canadá), además de las autoridades del bloque unitario de Europa, entre otros.
El mensaje común es que prevalezca la paz y la democracia y la condena al terrorismo.
Otros lugares de Europa también han sido víctimas de atentados terroristas en los últimos años, como Barcelona, Madrid, Bruselas, con numerosas víctimas, lo cual ha obligado a las autoridades a mantenerse alertas y tener comisiones especiales en materia antiterrorista.
La derecha francesa inmediatamente se pronunció y planteó la expulsión del país de los inmigrantes que fuesen sospechosos de terrorismo, pero otros políticos más moderados llamaron a la calma.
El bloque de izquierda, que había planteado votar este 12 de diciembre una moción de censura contra el presidente Emmanuel Macron por las protestas de los chalecos amarillos, decidió posponerla, argumentando que en este momento Francia necesita unidad ante el terrorismo.
