El Kremlin rechaza restablecer la pena de muerte contra terroristas
El Kremlin rechazó este jueves rotundamente el restablecimiento de la pena de muerte contra los terroristas, propuesta por el partido socialdemócrata Rusia Justa tras los últimos atentados del autodenominado de ISIS (Estado Islámico por sus siglas en inglés), como el del avión ruso en Egipto.
«Considero que esto, hablando suavemente, es prematuro e inoportuno», afirmó Serguéi Ivanov, jefe de la Administración presidencial, a la agencia Interfax.
Ivanov admitió que «si se celebrara un referéndum entre los ciudadanos rusos sobre el restablecimiento de la pena capital, no tengo duda de que esa medida la apoyaría más del 90 por ciento de los rusos».
Con todo, agregó que, «en ocasiones, no hay que dejarse llevar por las pasiones, sino por el sentido común y las obligaciones internacionales de Rusia».
Mientras, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, recordó que en estos momentos sobre la pena de muerte pesa una moratoria decretada en 1996 por el entonces presidente Borís Yeltsin, una condición impuesta por el Consejo de Europa para aceptar a Rusia en su seno.
Y recordó que por el momento el actual presidente, Vladímir Putin, no ha cambiado de opinión al respecto, que siempre ha sido contraria a la pena capital.
Según el artículo 205 del código penal, la cadena perpetua es la máxima pena contemplada para los terroristas, independientemente del número de víctimas que causen sus atentados.
Serguéi Mirónov, líder de Rusia Justa, que siempre había abogado por abolir la pena capital, se pronunció a favor de reinstaurarla en los casos de terrorismo, aduciendo que el EI ha declarado la guerra a los países civilizados.
«En la guerra como en la guerra. En mi intervención parlamentaria propondré, como excepción a la regla, introducir la pena de muerte contra los terroristas y sus cómplices. El ISIS es el auténtico cáncer de nuestro planeta», afirmó.
El Consejo de Muftíes de Rusia respaldó la iniciativa socialdemócrata, al igual que el líder chechén, Ramzán Kadírov, mientras la Iglesia Ortodoxa Rusa se mostró dispuesta a apoyarla sólo en casos aislados.
En cambio, el Consejo de Derechos Humanos adscrito al Kremlin la refutó terminantemente, aduciendo que «la amenaza de la pena de muerte es tan ridícula para un yihadista suicida como la amenaza de tortura para un masoquista».
«Dicha propuesta es puro populismo con vistas a las elecciones parlamentarias. Se contradice con las posturas del Tribunal Constitucional y del presidente. Nos acarrearía la expulsión del Consejo de Europa, lo que sería inaceptable», dijo Mijaíl Fedótov, jefe del consejo.
Putin ordenó esta semana la caza y captura «estén donde estén» de los autores del atentado terrorista con bomba que provocó la explosión a finales de octubre de un avión ruso con 224 pasajeros en la península del Sinaí.