Diplomático argentino sobre expulsión de Venezuela: «Fueron días bastante tensos»

Parte de los diplomáticos argentinos llegaron finalmente a su tierra natal luego de más de 30 horas de viaje que incluyó escalas en Portugal y España, luego de haber sido expulsados por Nicolás Maduro de Venezuela, tras las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio.

El gobierno de Javier Milei rechazó los resultados expuestos por el Consejo Nacional Electoral y exigió, al igual que la comunidad internacional, que se expusieran las actas del sufragio.

Ante esto, y con un grupo de seis líderes opositores refugiados en la Embajada de Argentina en Caracas, las fuerzas de seguridad del Estado iniciaron una serie de amedrentamientos a la sede diplomática como el patrullaje de hombres armados en horas de la noche a las afueras de la residencia, así como la suspensión del servicio eléctrico.

Declaraciones sobre Venezuela

Andrés Mangiarotti, encargado de negocios de la embajada en Caracas, aseveró que fueron horas difíciles para todo el personal, pues Maduro solo les dio 72 horas para abandonar Venezuela.

«Había que abandonar la residencia y la embajada en 72 horas. Un equipo de cinco diplomáticos, cada uno con sus familiares, en total 14 personas. Escuelas de los chicos que había que cerrar, alquileres que había que rescindir, autos que había vender», dijo a la agencia de noticias EFE.

Asimismo, señaló que previo a la expulsión, y por causa de los atropellos de las autoridades del estado, el equipo estaba tenso. «Veníamos durmiendo tres horas», resaltó.

Sobre los dirigentes opositores que se encuentran asilados en la sede diplomática, Mangiarotti aseveró que ellos «temen por sus vidas»; pero confían en que la administración de Nicolás Maduro no intentará entrar a la fuerza a la Embajada.

«La residencia esta bajo custodia del gobierno brasileño y no debería el régimen intentar nada porque está amparada por la inviolabilidad de la convención de Viena sobre relaciones diplomáticas».

Por último, envió un mensaje al pueblo venezolano y lo animó a que «no decaiga el clamor y el reclamo por que el Gobierno reconozca el verdadero resultado electoral del domingo 28 de julio«.

«En la medida en que la comunidad internacional permanezca unida, nosotros somos optimistas«, concluyó.