Dilma está en el “nivel bajo”, dijo Lula en encuentro con líderes religiosos
Reunido con líderes religiosos, el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva afirmó, el jueves (18), que la presidente Dilma Rousseff “está en el nivel bajo”. En tomo de desafío, se refirió a la gestión de la sucesora como “un gobierno de mudos”.
Durante el encuentro, realizado en el auditorio del Instituto Lula, el ex presidente habló de promesas no cumplidas por Dilma, como la de “no agitar el derecho de los trabajadores”. Y dio una lista de noticias negativas, como el alza de la inflación y los aumentos de tarifas.
“Dilma está en el nivel bajo, el PT está debajo del nivel bajo y yo estoy en el nivel bajo”, reclamó Lula, según la conversación reproducida por el diario “O Globo”.
“Ese gabinete presidencial es una desgracia. No entra nadie que cuente una buena noticia”, se quejó.
Lula lamentó también la resistencia de Dilma a viajar. “el [ex ministro] Gilberto [Carvalho] sabe del sacrificio que es pedirle a la compañera Dilma que viaje y hable”.
El ex presidente relató sus reuniones con Dila. “Le pregunté lo siguiente a Dilma: ‘¿Compañera, recuerda usted cuál fue la última buena noticia que le dimos al país?’. Ella no recordaba.”
En una de esas reuniones, Lula le presentó a Dilma una encuesta según la cual el gobierno sólo tiene 7% de aprobación y sufre 75% de rechazo entre los electores del ABC.
“Eso no es par desanimarte. Es para que sepas que la gente tiene que cambiar”, le dijo él a Dilma, siempre según el relato hecho a los religiosos y reproducido por el diario “O Globo”.
Un participante en el encuentro, el padre Julio Lancelotti de la pastoral del Povo da Rua, escribió la conversación como informal: “Contundente, mas no agresiva”, sintetizó.
Para el obispo d. Pedro Stringhini, de la diócesis de Mogi das Cruzes, el encuentro fue una oportunidad para reflexión. “Él [Lula] incluso dijo que el Gobierno está en el nivel bajo y debería regresar a los orígenes”.
No es la primera vez que Lula expresa su insatisfacción con el gobierno de Dilma. Él ha reclamado la concentración de poder en las manos del jefe de la Casa Civil, Aloizio Mercadante, y la falta de declaraciones en defensa del gobierno.
“Por el amor de Dios, Aloizio, usted es un tremendo orados. Es cierto que es poco simpático”, dijo Lula, en otro trecho de la descripción de la conversación con el ministro.
Lula tampoco perdona al ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo. Él responsabiliza al ministro y al gobierno de Dilma por los desbordamientos de la Operación Lava Jato. El ex presidente les ha dicho a aliados que no tiene duda de que será el próximo blanco de las investigaciones.
Él dijo que el PT se equivocó, ya en el proceso del mensalão, al tratar el caso jurídicamente. Y afirmó el momento actual es aún más dramático. Según Lula, hay un “mal humor en la sociedad”, con los petista siendo hostilizados en las calles. “Jamás había visto el odio que hay en la sociedad. Sin que un compañero del PT pueda entrar en un restaurant.”
A pesar de que se le solicitó, el Instituto Lula no quiso manifestar sobre el tenor de la conversación entre Lula y los representantes religiosos.
Traducción libre de Carlos Armando Figueredo