De la tragedia al milagro: así fue el rescate de los niños indígenas perdidos en Colombia
El rescate de los cuatro niños indígenas en Colombia le dio la vuelta al mundo. Fueron 40 días sin saber de ellos, incluso al punto de temer lo peor; pero poco a poco han salido nuevos detalles de como fueron las labores para dar con su paradero.
Los menores, quienes viajaban en una avioneta que se estrelló en un área selvática, hizo pensar que el número de víctimas mortales se extendería más allá de Magdalena Mucutuy, madre de los pequeños.
Sin embargo, el rescate de los niños indígenas se logró en un operativo histórico.
De acuerdo con BBC Mundo, hubo un trabajo mancomunado entre la guardia indígena y el Ejército colombiano, que logró tener más de 120 personas en el terreno.
Nicolás Ordóñez Gómez, rescatista, explicó al canal RTVC cómo fue que dieron con ellos: «La hija mayor, Lesly, con el bebé en los brazos, corrió hacia mí y me dijo ‘Tengo hambre'».
«Otro de los dos niños estaba acostado, se levantó y me dijo: ‘Mi mamá está muerta’. Y después me pidió pan con salchichas», siguió.
Los cuatro niños indígenas fueron identificados como Soleiny, Tien, Lesly y Cristin. Ellos viajaban junto a su madre entre la localidad de Araracuara en el Amazonas hasta la ciudad de San José del Guaviare.
Pese a que el cuerpo de Magdalena fue encontrado el 15 de mayo, para ese entonces no había rastro de los pequeños. La familia pertenecía al grupo indígena Huitoto, destacó BBC Mundo.
Los rescatados sobrevivieron al comer de las cosechas que encontraron en la selva, según informó Astrid Cáceres, directora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).
Entre los restos del avión también había una bolsa de harina de yuca, con la que, según comentaron, se alimentaron los primeros días después del trágico siniestro.
Pero los pequeños fueron más allá. De acuerdo con Henry Guerrero, un indígena que formó parte del equipo que finalmente localizó a los niños, estos lograron construir un pequeño albergue.
«Habían hecho una pequeña tienda de campaña con una lona y habían puesto una toalla en el suelo. Siempre se quedaban cerca del río y ella [Lesly] llevaba una pequeña botella que solía [llenar y] llevar agua», sostuvo.
La labor de los rescatistas lo llevó a estudiar con mucho detalle la zona hasta dar con huellas y pedazos de fruta en el camino. Eso llenó de esperanza a los funcionarios detrás del trabajo, pues era una clara señal de que estaban con vida.
Finalmente, el viernes fueron ubicados con éxito: «Cuando los encontramos, fue realmente una gran felicidad», celebró Guerrero.