Conflicto entre palestinos e israelíes, uno de los más largos y sangrientos de Medio Oriente
El conflicto entre Hamás e Israel es complejo y su dinámica está sujeta a múltiples factores, incluyendo la política internacional, la historia regional y las realidades en el terreno. Es imperativo buscar soluciones para evitar más pérdidas de vidas y estabilidad en la región.
La Franja de Gaza es un pequeño territorio palestino situado entre Israel y Egipto, es una zona que ha estado bajo diferentes formas de administración desde 1948 y actualmente está gobernada de facto por Hamás.
La zona es uno de los lugares más densamente poblados del mundo y enfrenta serios problemas económicos y humanitarios, exacerbados por bloqueos y conflictos. Incluso la Organización de las Naciones Unidas advirtió de la posibilidad de un desastre humanitario si tanta gente se viera obligada a huir.
El sábado 7 de octubre de 2023 se registró un sorpresivo ataque por parte de Hamás desde la Franja de Gaza hacia el sur de Israel, por muchos considerado como el peor que ha sufrido el país desde su creación.
Asimismo, el gobierno israelí no tardó en responder y declaró formalmente la guerra el domingo, autorizando “acciones militares significativas” contra el grupo de militantes palestinos.
Una semana después, la infantería israelí realizó sus primeras incursiones en la Franja de Gaza desde la ofensiva de Hamás, y el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, dijo que la campaña de represalias no había hecho más que empezar.
Una línea los separa
La línea divisoria entre Israel y Gaza está altamente reforzada con una valla coronada con alambre espinoso. Su principal objetivo era ser un obstáculo eficaz para evitar precisamente la clase de incursiones que ocurrieron en este asalto. No obstante, los combatientes de Hamás consiguieron franquear las defensas utilizando excavadoras para cortar aberturas en los alambres y penetrar en Israel a través del mar y en parapente, además de lanzar miles de cohetes contra territorio israelí.
La entrada de militantes palestinos en suelo israelí otorgó al grupo islamista la capacidad no solo de infligir bajas dentro de Israel, sino también de tomar personas como rehenes.
El epicentro del conflicto
A una semana del ataque, los muertos en Israel superan los 1.300, mientras que los fuertes bombardeos israelíes de respuesta sobre Gaza han dejado al menos 1.500 muertos y 6.000 heridos, además de miles de desplazados. Sin embargo, las cifras van cambiando rápidamente.
Las fuerzas israelíes disponen de sistemas avanzados de defensa antimisiles, como el llamado Domo de Hierro, que intercepta una gran parte de los cohetes lanzados desde Gaza. Esto minimiza el número de bajas en territorio israelí. En contraste, Gaza carece de sistemas de defensa similares, y los ataques israelíes suelen resultar en un mayor número de víctimas palestinas.
Hamás es una organización política y militar palestina que se formó en 1987, y es considerada como un grupo terrorista por varios países, incluidos Estados Unidos e Israel. Su objetivo declarado es la liberación de Palestina. Utiliza tanto estrategias políticas como militares, incluyendo ataques contra civiles y fuerzas militares israelíes.
Hamás, cuyo nombre es un acrónimo en árabe para el Movimiento de Resistencia Islámica, actualmente controla la Franja de Gaza. Desde su toma de poder en Gaza en 2007, ha estado en conflicto con Israel, siendo su objetivo la destrucción de este último y la creación de un estado islámico independiente en el territorio histórico de Palestina
La ONU advirtió la posibilidad de un desastre humanitario si tanta gente se veía obligada a huir, y afirmaron que debía levantarse el asedio al enclave para permitir la entrada de ayuda.
Ataque de parte y parte
Dentro de las sociedades israelí y palestina, el conflicto genera una gran variedad de puntos de vista y opiniones.
Esto expone las profundas divisiones que existen no solo entre israelíes y palestinos, sino también dentro de cada sociedad.
Un sello distintivo del conflicto ha sido el nivel de violencia que lo ha protagonizado durante casi toda su duración. En estos años ha habido enfrentamientos entre ejércitos regulares, grupos paramilitares, células terroristas y ciudadanos independientes.
Y es que estos enfrentamientos no se han limitado estrictamente al campo militar y han causado un gran número de víctimas mortales en la población civil de ambas partes.
Por qué empezó todo
A comienzos del siglo XX tomó fuerza el movimiento sionista alentado por el antisemitismo que sufrían los judíos en Europa, este movimiento buscaba establecer un Estado para los judíos.
La región de Palestina, entre el río Jordán y el mar Mediterráneo, considerada sagrada para musulmanes, judíos y católicos, pertenecía por aquellos años al Imperio Otomano y estaba ocupada mayormente por árabes y otras comunidades musulmanas. Pero una fuerte inmigración judía, fomentada por las aspiraciones sionistas, comenzaba a generar resistencia entre las comunidades.
Tras la desintegración del Imperio Otomano en la I Guerra Mundial, Reino Unido recibió un mandato de la Liga de Naciones para administrar el territorio de Palestina.
Los británicos habían hecho diversas promesas a los árabes y a los judíos que luego no cumplieron, entre otros motivos porque ya se habían dividido Medio Oriente con Francia.
Esto provocó un clima de tensión entre nacionalistas árabes y sionistas que desencadenó en enfrentamientos entre grupos paramilitares judíos y bandas árabes.
Tras la II Guerra Mundial y el Holocausto, aumentó la presión por establecer un Estado judío. El plan original contemplaba la partición del territorio controlado por la potencia europea entre judíos y palestinos.
Israel y la tierra prometida
Más allá de la coyuntura política que bajo el control británico originó el conflicto, israelíes y palestinos recurren a reclamaciones históricas para justificar sus derechos sobre los territorios en litigio.
El Estado de Israel fundamenta su existencia en la necesidad de un estado judío que no solo represente y acoja a dicha colectividad sino también que cumple con exigencias propias de la fe de dicha religión, puesto que en el judaísmo se habla del pueblo hebreo como el «pueblo elegido de Dios» e Israel se trataría de su «tierra prometida».
De esta manera la colectividad judía se auto-reivindica como descendiente del antiguo pueblo hebreo, así como también hay reivindicaciones acerca de la ampliación del actual estado de Israel a sus fronteras bíblicas descritas en el libro del Génesis 15:18-21, que supondría una ampliación considerable de los territorios israelíes y la anexión de naciones enteras correspondiente con el concepto de Gran Israel.
En tanto, los palestinos se fundamentan en los casi trece siglos de dominación musulmana (638-1920) sobre la región de Palestina, que estuvo controlada consecutivamente por los califatos ortodoxo, omeya, abbasí y fatimí, los turcos selyúcidas, los mamelucos y el Imperio otomano.
Además, argumentan que la presencia judía en la región se basa principalmente en la inmigración masiva de judíos durante finales del siglo xix y todo el siglo xx, a raíz de la popularización del sionismo, así como en la expulsión de más de 700 000 palestinos antes, durante y después de la guerra árabe-israelí de 1948, en un fenómeno conocido como la Nakba. Por último, basan también su reivindicación histórica en su origen como descendientes de los filisteos.
Judíos israelíes y palestinos, se auto-reivindican como descendientes de dos pueblos antiguos que habitaron la región, los hebreos y los filisteos.
Ambas colectividades utilizan esa reivindicación como fundamentación histórica para reclamar como propio el territorio. Sin embargo, ninguno de estos pueblos antiguos, tiene sus orígenes en el Levante mediterráneo sino que se asentaron parcialmente en la región desplazando o conquistando a los cananeos, sus primeros habitantes.
Según las Biblia y las tradiciones hebraicas, los hebreos son originarios de Mesopotamia, en tanto los filisteos, denominados como uno de los «pueblos del mar», llegaron desde el Mar Mediterráneo y su origen no ha podido ser determinado hasta ahora, si bien se suele hablar de Creta como su tierra de origen.