Concluyen las elecciones en Brasil con el cierre de los últimos colegios
La votación para la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Brasil, en la que se midieron el favorito y ultraderechista Jair Bolsonaro y el socialista Fernando Haddad, concluyó este domingo tras el cierre de los colegios de las regiones del norte y noroeste del país, los únicos que permanecían abiertos.
La mayor parte de las mesas del país había cerrado a las 5:00 pm hora de Brasilia, pero las urnas permanecieron abiertas en esas otras zonas que abarcan gran parte de la Amazonía y tienen uno o dos husos horarios diferentes al del resto del país.
Con el cierre de los colegios electorales en Acre, en el oeste de Brasil y fronterizo con Bolivia y Perú, el Tribunal Superior Electoral ya puede comenzar a divulgar los escrutinios de las votaciones en 5.570 municipios y en 171 localidades en el exterior.
Además del nuevo presidente, los 147,3 millones de brasileños convocados a las urnas eligieron en segunda vuelta a 14 de los 27 gobernadores del país en los que tampoco ninguno de los candidatos obtuvo más de la mitad de los votos.
Los centros de votación abrieron a las 08.00 hora de Brasilia y funcionaron durante nueve horas. La jornada electoral, que duró 11 horas, transcurrió con normalidad y sólo tuvo algunos incidentes aislados.
Según el Tribunal Superior Electoral (TSE), hasta las 4:55 hora local se habían registrado 396 crímenes electorales en todo el país, que concluyeron con 179 personas detenidas, en su mayoría por hacer proselitismo político cerca de los colegios electorales.
El tribunal también informó de que hasta las 4:53 hora local, es decir poco minutos antes del cierre de la mayoría de los colegios, había sustituido 4.333 urnas electrónicas que sufrieron fallas, que corresponden tan sólo al 0,83 % de los 454.494 artefactos instalados en todo el país, y que tan sólo en cuatro locales fue necesario recurrir al tradicional voto en papel.
La expresidenta de Costa Rica Laura Chinchilla, jefa de la misión de observación electoral enviada por de la OEA en Brasil, afirmó que los comicios transcurrieron con total «normalidad» y sin incidentes.
Las elecciones de este año, las más imprevisibles desde que Brasil recuperó la democracia en 1985, se han caracterizado por un clima de polarización entre Haddad, sucesor del encarcelado expresidente Luiz Inácio Lula da Silva en la disputa electoral, y Bolsonaro, quien fue acuchillado durante un mitin en septiembre.
Según las últimas encuestas, difundidas este sábado, Bolsonaro, un polémico candidato por su defensa de la dictadura militar (1964-1985) y por sus declaraciones de tiente machista, racista y homófoba, tiene una clara ventaja y sería elegido presidente con una votación que oscilará entre el 54 % y el 56,8 %.
Sin embargo, los mismos sondeos han mostrado en las últimas dos semanas un crecimiento sostenido de las posibilidades del sucesor de Lula como candidato del Partido de los Trabajadores (PT) y a quien los sondeos le atribuían una intención de voto que varía entre 46 % y 43 %, frente al 41 % que tenía la semana pasada.
Mientras que Bolsonaro se manifestó seguro de su victoria al votar este domingo, Haddad dijo que aún confía en una remontada frente al favorito.