Cinco candidatos aspiran a la Presidencia de Estonia en la votación del sábado
Cinco candidatos aspiran a la Presidencia de Estonia y se someterán este sábado a la votación de un colegio electoral formado por 335 miembros, aunque cabe la posibilidad de que ninguno consiga la mayoría necesarias para suceder en el cargo al socialdemócrata Toomas Hendrik Ilves.
La elección del presidente recayó en el colegio electoral después de que ninguno de los candidatos previos lograra a finales de agosto el apoyo de dos tercios de los diputados del Riigkogu, el Parlamento de ese país báltico.
El colegio electoral está formado por los 101 parlamentarios y por 234 representantes de los gobiernos locales, y en ese foro un candidato necesita mayoría simple para ser designado presidente; si nadie lo consigue en dos votaciones, la elección volverá a manos del Parlamento en dos semanas.
Los dos candidatos que lograron más apoyos en la votación parlamentaria de agosto vuelven a aspirar al cargo: el excomisario europeo Siim Kallas, del liberal Partido Reformista; y Mailis Reps, exministra de Educación respaldada por el Partido del Centro.
Junto a ellos compiten Mart Helme, del Partido Conservador Popular; Allar Jõks, independiente que fue canciller de Justicia, y Marina Kaljurand, que dimitió este mes como ministra de Asuntos Exteriores para luchar por la Presidencia en esta segunda ronda.
Kaljurand, una política independiente con madre de origen ruso, es apoyada por el Partido Socialdemócrata, aunque también recibió el respaldo del Partido Reformista de Kallas cuando fue elegida ministra de Exteriores en junio de 2015.
Las encuestas la señalan como favorita, con el 40 % del respaldo de los ciudadanos estonios, aunque la elección del presidente, un cargo de carácter representativo, no recae en el voto popular.
El excomisario europeo Kallas cuenta con el apoyo del 18 % de la sociedad, según sondeos de este mes de septiembre.
Kaljurand podría convertirse en la primera mujer en asumir la Presidencia de esa república báltica; la vecina Letonia tuvo ya una jefa de Estado entre 1999 y 2007, Vaira Vike-Freiberga; y Lituania cuenta ahora mismo con una presidenta, Dalia Grybauskaite.
La segunda fase de la elección presidencial en Estonia tiene lugar en un momento en el que las tres repúblicas bálticas ex soviéticas sienten crecientes presiones de Rusia, que ha organizado grandes ejercicios militares, en ocasiones no anunciados, cerca de sus fronteras.
Por su parte, la OTAN y Estados Unidos realizan también maniobras para mostrar su respaldo a las tres antiguas repúblicas soviéticas.
Varios cientos de paracaidistas estadounidenses con equipación de combate saltaron recientemente sobre una base militar letona tras un vuelo de cuatro horas desde su base en Italia y aeronaves de la OTAN participan en la denominada policía aérea del Báltico.
El cargo de presidente en Estonia tiene carácter fundamentalmente representativo, aunque puede adquirir más peso internacional y político dependiendo de la personalidad y la agenda del elegido.
El saliente Ilves, que deja el cargo tras cumplir el máximo legal de dos mandatos, creció y fue educado en los Estados Unidos.
Conocido por llevar siempre pajarita, su inglés fluido contribuyó a que fuera un invitado frecuente en televisiones internacionales y estadounidenses para presentar la visión de Estonia y de la región báltica sobre asuntos globales.
Mantiene además una cuenta en la red social Twitter en la que expresa sus opiniones de forma franca, casi siempre en inglés.