Cinco años y la misma petición en Nigeria: «¡Que vuelvan las chicas de Chibok!»
Los padres de las 112 adolescentes que siguen desaparecidas desde su secuestro hace cinco años en Chibok, en el noreste de Nigeria, a manos de los yihadistas de Boko Haram, reclaman lo mismo que entonces: «que les devuelvan a sus niñas».
«Han pasado cinco años desde el secuestro de las 276 chicas de Chibok y 112 continúan en cautiverio. Nuestra reclamación es la misma que hace cinco años: que nos devuelvan a nuestras niñas vivas y ahora», pidieron hoy desde el movimiento #BringBackOurGirls («Devolvednos a nuestras chicas»).
Bajo el lema «La agonía de las chicas de Chibok, la vergüenza de una nación», esta organización celebró este domingo la tercera lectura anual en conmemoración de los cinco años del suceso, así como un encuentro en la Fuente de la Unidad, situada en un conocido parque de la capital nigeriana.
«Han pasado cinco años. Cinco años de profunda agonía y nuestras 112 chicas de Chibok todavía no han regresado. Cinco años de tragedia en los que el presidente (nigeriano, Muhamadu Buhari) sigue fallando a los padres. Esto es una gran vergüenza y no debemos olvidarlas nunca», publicó Oby Ezekwesili, cofundadora de «Bring Back Our Girls», en su Twitter.
El 14 de abril de 2014, un total de 276 chicas fueron secuestradas en un internado de la ciudad de Chibok, en el estado septentrional de Borno, por parte del grupo yihadista Boko Haram, que desde 2009 ha causado en el norte de Nigeria más de 20.000 muertos y alrededor de dos millones de desplazados.
En un principio, pocos se creyeron la noticia, pensando que era una estratagema electoral de cara a las elecciones presidenciales de 2015, pero todo cambió cuando Boko Haram -hasta entonces un grupo casi desconocido fuera de Nigeria- publicó un video en el que aparecían las adolescentes.
A partir de ahí, figuras internacionales como la entonces primera dama de Estados Unidos, Michelle Obama, y celebridades de Hollywood arroparon en las redes sociales una campaña que se volvió viral bajo el lema #BringBackOurGirls («Devolvednos a nuestras chicas»). El suceso había puesto, a ojos de Occidente, a Boko Haram en el mapa.
Del total de 276 niñas -después de que 56 lograran escapar y más de 100 fueran liberadas en intercambios de prisioneros- se cree que al menos 112 siguen en manos de los insurgentes, en un ambiente que cinco años después se mueve entre la recriminación de las familias y el silencio sepulcral del Gobierno nigeriano.
El presidente de Nigeria, Muhammadu Buhari, usó también Twitter para pronunciarse sobre el tema, donde se congratuló de que se hubiera logrado recuperar a 107 de las niñas y afirmó que «no se descansaría hasta que las demás se puedan reunir con sus familias».
«No nos vamos a rendir hasta que regresen nuestras hijas desaparecidas y el resto de secuestrados que mantiene Boko Haram. En los últimos cuatro años, las fuerzas de seguridad han logrado rescatar a miles personas cautivas y no pararemos hasta que liberemos a la última», aseveró el mandatario.
Amnistía Internacional (AI) reclamó este domingo a Boko Haram «que ponga fin al sufrimiento de las 112 niñas restantes y que las libere inmediatamente junto al resto de personas que mantiene secuestradas».
También hicieron un llamamiento a intensificar los esfuerzos en las tareas de rescate de víctimas de secuestros masivos «menos publicitados».
El portavoz de la organización «Bring Back Our Girls», Nifemi Onifade, dijo en una entrevista con Efe que «espera que cada una de las niñas de Chibok sea recuperada para que puedan seguir con sus vidas» y añadió que seguirán presionando al Gobierno de Nigeria «para que asuma su responsabilidad y cumpla sus obligaciones».
«La información por parte del Gobierno de Nigeria es más o menos un silencio de muerte. No recibimos nada en absoluto, salvo algún comunicado ocasional en el que dice que están trabajando en la situación o que las niñas no han sido olvidadas», señaló Onifade.
Sea cual sea la fórmula necesaria, para los padres que llevan ya cinco años sin ver, abrazar ni saber nada de sus hijas, la llegada de un nuevo día lejos de ellas solo significa que sus vidas siguen en peligro; conscientes de que muchas son obligadas a casarse con los terroristas, tener hijos e, incluso, perpetrar atentados.
«Traer a estas niñas de vuelta, devolverlas, es lo único que nos importa», recalcó Onifade.