CIJ insta a Venezuela a abstenerse de tomar acciones sobre el territorio que administra Guyana
La presidenta de la CIJ Indicó que hasta tanto no se adopte la decisión final, Venezuela no podrá tomar medidas hacia el territorio que es administrado por Guyana, desestimando así los resultados que pudieran darse el próximo domingo 3 de diciembre en el referendo consultivo
Este Viernes la jueza y presidenta de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), Joan Donoghue, instó tanto a Venezuela como a Guyana no tomar ninguna acción que agrave la situación actual, ante la disputa territorial que mantienen ambas naciones por el Esequibo.
“Que Venezuela no tome ninguna acción que afecte la situación del territorio que es administrado y controlado por Guyana. Que Venezuela y Guyana se abstengan de tomar medidas o acciones que agraven la situación”, indicó la máxima autoridad de la CIJ, que entró en sesión para pronunciarse en torno a este tema.
Indicó que hasta tanto no se adopte la decisión final, Venezuela no podrá tomar medidas hacia el territorio que es administrado por Guyana, desestimando así los resultados que pudieran darse el próximo domingo 3 de diciembre en el referendo consultivo liderado por la administración de Nicolás Maduro.
“Una de las medidas solicitadas por Guyana es prevenir que Venezuela tome el territorio; esa medida la Corte la considera plausible”, agregó la corte.
La Corte concluyó que existe un vínculo entre los derechos que reclama Guyana y la medida provisional solicitada. “Hay facultad para dictar medidas provisionales”, aseguraron.
La sesión se desarrolló en torno a la solicitud de Guyana en impedir el referendo consultivo del 3 de diciembre.
ALGUNAS VERDADES SOBRE
LA GUAYANA ESEQUIBA
Venezuela se constituyó en Estado independiente en 1811, bajo la forma de República y con el territorio que conformaba la Capitanía General de Venezuela, separándonos de la Monarquía Española, cuando España luchaba contra la ocupación extranjera de los ejércitos napoleónicos propiciada por las torpezas del Rey Carlos IV, su favorito Manuel Godoy y los tontos políticos españoles de la época, quienes permitieron la entrada de los ejércitos franceses creyendo en la promesa de Napoleón Bonaparte de conquistar y repartirse con ellos el Reino de Portugal, y Napoleón los engañó como a tontos y decidió apoderarse de España y nombró a su hermano José Bonaparte “Rey de España y de las Indias” (Hispano-América) y el bravo pueblo español no aceptó un Rey extranjero y se lanzó a una guerra contra la ocupación francesa que duró de 1808 hasta 1814, cuando la monarquía británica, que auxilió al pueblo español en su guerra contra Bonaparte, logró que Holanda le cediera su Colonia en Guayana, la Guayana Holandesa y conforme a su tradición de nación imperialista, expansionista y maquiavélica, inició su política de apropiación de territorios ajenos, en este caso de la débil República de Venezuela, aumentando fraudulentamente el territorio de la antigua Guayana Holandesa a costa del territorio venezolano, y desde 1841 ejecutó su plan terrofago con el expediente de ordenarle a un particular, a un mercenario alemán a su servicio, la elaboración de unos mapas amañados. Ninguna validez pueden tener unos mapas dibujados por orden de la Corona Británica para adjudicarse territorio venezolano. La Primera Potencia Mundial de la época usó su enorme poder militar y económico para despojar por la fuerza y las mañas, fraude en un proceso arbitral Internacional incluido, que dio origen al fraudulento Laudo Arbitral de Paris de 1899, plagado de vicios que lo hacen nulo e irrito, porque solo la Ley del Más Fuerte hizo posible que Gran Bretaña le usurpara a Venezuela la Guayana Esequiba. Ya no estamos en en siglo 19 y Gran Bretaña no es “la Reina de los Mares y el más poderoso Imperio del mundo” y a pesar de los errores cometidos por improvisados, incapaces o ignorantes políticos venezolanos, aún podemos recobrar la Guayana Esequiba. Quizás Venezuela aprenda de los errores del pasado:
1) Juan Vicente Gómez, el más nefasto dictador de Venezuela del siglo XX, a pocos años del despojo territorial sufrido por Venezuela por Gran Bretaña le otorgó concesiones de explotación petrolera a ciudadanos y empresas británicas cuando debió actuar con reciprocidad y por este despojo y las agresiones militares de Gran Bretaña y Alemania durante el bloqueo naval a nuestras costas en 1902-1903 no debió otorgarles concesiones petroleras a los súbditos y empresas británicas ni permitirle a sus nacionales residir, establecerse ni operar en Venezuela hasta tanto Gran Bretaña no restituyera el territorio venezolano usurpado.
2) El gobierno de Raúl Leoni, en lugar de continuar la política proactiva de su antecesor Rómulo Betancourt en la reclamación de la Guayana Esequiba, reconoció la Independencia de Guyana y así permitió que Gran Bretaña se desentendiera del despojo, del robo de nuestro territorio. Recordemos que fue la misma Potencia Imperial que se repartió en 1885 el África con otras naciones colonialistas europeas, la misma que se convirtió antes en el primer Estado Narcotraficante del mundo, cuando perpetró dos Guerras del Opio contra China para obligarla a aceptar el tráfico de opio, en manos británicas, y que la población china consumiera tal droga, sin represión del gobierno chino por mandato británico. Y antes Gran Bretaña fue una Potencia traficante de esclavos y promotora del expolio y la piratería, porque “elevó a la nobleza británica” a famosos piratas, quienes fueron tratados como “Sir», “Caballeros” del Imperio Británico, una nación protectora de ladrones y piratas.
3) El Gobierno de Leoni pudo no reconocer la Independencia de Guayana y comunicarle a Gran Bretaña que no reconocería tal Independencia sin la previa restitución de la Guayana Esequiba y hasta tanto no la restituyera a Venezuela quedarían suspendidas las actividades petroleras de las empresas británicas que operaban en Venezuela en aplicación del Principio de Reciprocidad, porque un Estado Agresor no puede pretender ser tratado como un Estado amigo por el Estado víctima de sus agresiones. Aunque los políticos venezolanos parece que no logran entender qué es “Reciprocidad”.
4) El gobierno de Caldera cometió la insensatez de congelar la reclamación venezolana por doce años con el “Protocolo de Puerto España». Exabrupto jamás explicado con razones válidas y agravado por la política de otorgar donaciones, ayudas y subdidios económicos al gobierno de Guyana, que siempre negó reconocer cualquier derecho de Venezuela a la Guayana Esequiba.
5) El improvisado Carlos Andrés Pérez, en su delirio de creerse “líder mundial», “líder del Tercer Mundo” y “lider internacional», elevó a niveles gigantescos el regalo de los recursos económicos de Venezuela al gobierno de Guyana y a otros gobiernos extranjeros y con los mayores ingresos fiscales de la historia de Venezuela la endeudó a la banca extranjera e inició su ruina económica.
6) El gobierno de Luis Herrera continuó con las políticas de regalos a gobiernos extranjeros, Guyana incluida, de endeudamiento público externo y de destrucción de la economía nacional con el gran disparate de tasas de cambios múltiples de divisas (monedas) extranjeras después de una mega devaluación monetaria que generó la mayor corrupción de la democracia venezolana, solo comparable a las Dictaduras del General Juan Vicente Gómez y el autoascendido General Marcos Pérez Jiménez, quien vivió en un larguísimo exilio dorado en España con el millonario botín en dólares robado al Tesoro Público de Venezuela.
Venezuela es la “generosa” República que en su historia como víctima de expolios territoriales, de bloqueos navales, de cañonazos y desembarcos de tropas extranjeras en sus puertos (Puerto Cabello y La Guaira en 1902), de hundimiento de sus frágiles “barcos de guerra” de madera y velamen, respondió a sus agresores con estas “reciprocidades”: Les otorgó concesiones petroleras a súbditos y empresas británicas, depositó reservas de oro y divisas en bancos británicos y llenó de regalos a Guyana, heredera y beneficiaria de la usurpación británica de la venezolana Guayana Esequiba.
Y para no darle ningún eventual argumento a los abogados de Guyana, no escribiremos nada sobre cualquier eventual error reciente de los políticos venezolanos en esta materia. Solo existe un consenso: Todos los venezolanos estamos a favor de recuperar la Guayana Esequiba
La iniciativa del gobierno de Rafael Caldera de presentar, promover y firmar el Protocolo de Puerto España en 1970, suscrito entre los gobiernos de Venezuela y Guyana en la capital de Trinidad y Tobago, cuyo gobierno actuó como tercero mediador, fue una insensatez porque pasamos de ser una nación activamente «reclamange» a proponer y acordar la paralización («congelar la reclamación» lo llamó la prensa) de nuestra reclamación territorial por doce (12) años. Un acto irresponsable, por decir lo mínimo, del Presidente de la República para la fecha, el sobrevalorado Rafael Caldera, quien no solo consideró que su gobierno era incapaz de continuar activamente con la justa reclamación territorial, también impidió, estorbó u obstaculizó que otros dos gobiernos venezolanos ejercieran a cabalidad sus facultades de dirección de la política exterior de Venezuela en cumplimiento de sus atribuciones y deberes de defender la integridad territorial del país y recuperar el territorio que nos fue arrebatado por la fuerza y las trampas por el Imperio Británico en 1889. No solo Caldera se declaró incapaz de defender los derechos de Venezuela, también decidió que los dos Presidentes de la República que ejercerían tal cargo después de él (porque la Constitución de la República de 1961 le prohibía su manía reeleccionista) tampoco podrían actuar en defensa de los derechos de Venezuela porque Caldera decidió «congelar por 12 años» la justa y legítima reclamación territorial de Venezuela de la usurpada Guayana Esequiba. ¿Qué se ganó con el Protocolo de Puerto España? Venezuela nada.Y Caldera ordenó construir y se construyó en su gobierno, la carretera que tumbando la selva amazónica, une a Venezuela por la Guayana con el Brasil, cuyo gobierno de la época se parcializó a favor de Guyana en forma indebida ¿Ignoraba el sobrevalorado Ex Presidente Caldera que ni Colombia ni Perú han construido carreteras que los comunique con Brasil para no destruir la protectora selva amazónica? ¿Ignoraba que en la Selva del Darien no existe la «Carretera Panamericana» porque Estados Unidos antes, y ahora Panamá, consideran vital para la defensa militar del Canal de Panamá que no exista ninguna carretera que le facilite maniobras militares a un eventual fuerza extranjera agresora? Tumbar la protectora selva amazónica de Venezuela para construir una carretera que puede también usar Brasil y firmar el Protocolo de Puerto España son dos errores garrafales de los muchos cometidos por Rafael Caldera a quien la Historia le dará el lugar que en verdad merece por todas sus ejecutorias políticas.
NOTA: Cometí dos errores, que espero rectificar:
1) Es «Reclamante» y no «Reclamange».
2) Es «1899» y no «1889».