Catar entrega a Kuwait su respuesta a las exigencias de los países árabes
El ministro de Asuntos Exteriores catarí, Mohamed bin Abderrahman Al Zani, entregó a Kuwait, mediador en la crisis diplomática abierta entre Doha y varios países árabes, su respuesta a las exigencias de Arabia Saudí, Emiratos, Egipto y Baréin.
El emir de Kuwait, Sabah al Ahmad al Yaber al Sabah, recibió la respuesta preparada por Doha de manos de Al Zani en la capital kuwaití, según informó la agencia oficial, Kuna, pero ninguna de las partes ha informado del contenido de la misma.
La contestación de Catar se produce después de que esos cuatro países ampliaran en 48 horas el plazo que habían dado al pequeño emirato, al que acusan de financiar el terrorismo, para el cumplimiento de sus peticiones a fin de normalizar las relaciones diplomáticas.
El pasado fin de semana, el jefe de la diplomacia catarí dijo en Roma que su país «rechaza» negociar la lista de demandas y agregó que una eventual discusión sobre ellas tendrá que basarse sobre el principio de que la soberanía de su país «tiene que ser intocable».
Arabia Saudí, EAU, Egipto y Baréin rompieron lazos diplomáticos y comerciales con Catar el 5 de junio pasado y tomaron una serie de represalias económicas, entre ellas el cierre de su espacio aéreo, marítimo y terrestre a las empresas y ciudadanos cataríes.
Además, todos estos estados, con excepción de Egipto, ordenaron la salida de sus ciudadanos de Catar y la expulsión de los nacionales cataríes de su territorio.
Los cuatro países árabes que bloquean a Catar anunciaron que se reunirán este miércoles en la capital egipcia para «abordar los pasos futuros» sobre cómo tratar con Doha, coincidiendo con el fin del nuevo ultimátum.
La lista de demandas para superar la crisis incluye trece puntos, entre los que destaca la clausura del canal catarí Al Yazira, el fin de las relaciones diplomáticas con Irán y el cierre de una base militar turca en el emirato.
Catar ha negado todas las acusaciones, pero las autoridades del país han afirmado que están abiertas a negociar y no han tomado represalias contra los ciudadanos de los países árabes.