Actualidad Internacional

Biden prepara suspensión de recepción de solicitudes de asilo

Se prevé que el presidente de los EEUU revelará este martes sus planes durante un evento con los alcaldes fronterizos

La Casa Blanca anunció a los legisladores que el presidente Joe Biden se prepara para aprobar una orden ejecutiva que suspenderá las solicitudes de asilo en la frontera entre Estados Unidos y México.

La decisión se tomará cuando el número de inmigrantes diarios llegue a 2.500 en los cruces fronterizos, y la frontera se reabrirá una vez que esa cifra se reduzca a 1.500, según varias personas familiarizadas con las discusiones, reseñó VOA.

El impacto del número de 2.500 significa que la frontera podría cerrarse para inmigrantes que buscan asilo de manera efectiva e inmediata, dado que las cifras diarias actuales superan esa cantidad.

Se prevé que el presidente demócrata revele sus planes —que representan su medida unilateral más agresiva hasta el momento, para controlar los números en la frontera— en la Casa Blanca este martes, en un evento al que han sido invitados los alcaldes fronterizos.

Fundado hace 28 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

3 comentarios

  1. Estados Unidos avanza paulatinamente por el camino de la preponderancia del Poder Ejecutivo sobre el Poder Legislativo (de la supremacía del Presidente sobre el Congreso), un camino que históricamente termina en la Dictadura o en el desmantelamiento de la Democracia y el Estado de Derecho. Desde Montesquieu la Filosofía Política consagra como un Principio básico de la Democracia la División y Separación de los Poderes Públicos del Estado en los tres Poderes clásicos: Legislativo, Judicial y Ejecutivo, aunque sobrevivieron muchas reliquias de la monarquía absoluta como el Indulto Presidencial («La Clemencia o Perdón del Rey», anulando la autonomía del Poder Judicial), El Veto Presidencial ante cualquier Proyecto de Ley y los Poderes Extraordinarios o Delegación Legislativa (anulando la autonomía del Poder Legislativo) y ésta falta de coherencia facilitó que la democracia instaurada en Alemania después de ser derrotada en la Primera Guerra Mundial por la Constitución de Weimar, que consagró la delegación de poderes legislativos al Ejecutivo y la disolución del Parlamento, fuera barrida por Adolfo Hitler, quien instauró su Dictadura totalitaria y genocida y desató la Segunda Guerra Mundial. Y es opinión generalizada que el atraso político de muchos países de Asia, África y América Latina está representado por la fragilidad (y hasta volatilidad) de sus Constituciones y todo su ordenamiento jurídico, sometidos a la voluntad arbitraria de sus gobernantes o dictadores, quienes disponen de «poderes extraordinarios, poderes habilitantes, decretos leyes» y demás instrumentos para que las leyes (que en una democracia son aprobadas por el Poder Legislativo y están sometidas al control judicial) no sean derogadas por voluntad arbitraria del Poder Ejecutivo y éste no usurpe la facultad legislativa de aprobar y modificar leyes. En Estados Unidos ahora existe la cuestionable figura de la «Orden Ejecutiva» del Presidente, que puede (?válidamente?) suspender la aplicación de leyes aprobadas por el Congreso, es la versión gringa de los «Decretos» dictados por El Ejecutivo en los países de tradición romana (en los que existe admiración por dictadores como los Generales golpistas Julio César y Napoleón Bonaparte) y como el Derecho Romano también ejerció influencias en Estados Unidos aunque no quieran reconocerlo (Inglaterra fue parte del Imperio Romano y allí están las ruinas del Muro de Adriano para los desmemoriados). Así, los Presidentes de Estados Unidos están imitando una detestable práctica de los arbitrarios gobernantes latinoamericanos, quienes sin ningún tipo de habilitación o delegación del Poder Legislativo, y sin ninguna facultad constitucional que lo establezca, deciden gobernar fuera de los límites constitucionales y legales porque un día deciden dictar una «Orden Ejecutiva» y «suspenden» cualquier ley aprobada por el Congreso de Estados Unidos. Son arbitrariedades, violaciones a la Constitución de Estados Unidos que tanto cacarean cumplir, obedecer y defender, y como tales arbitrariedades las cometen Presidentes de Estados Unidos no los contradicen ?No ordenó el Presidente Kennedy la intervención de Estados Unidos en la Guerra de Vietnam sin Declaración de Guerra por parte del Congreso enviando miles de soldados, muchos simples reclutas, con el disfraz de ser «asesores militares»? Veamos sí ahora Biden le otorga el Indulto Presidencial a su hijo condenado por varios delitos por un tribunal penal de Estados Unidos ?Olvidamos que el renunciante Ex Presidente Nixon recibió el Indulto Presidencial de su Ex Vicepresidente Gerald Ford por los delitos que cometió en «El Caso Watergate»?

  2. Ésta decisión del lamentablemente Presidente Biden, con las cuestionables «Órdenes Ejecutivas», de suspender las leyes aprobadas por el Congreso que regulan en Estados Unidos el Derecho de Asilo, solo para los migrantes en la frontera con México (clara muestra de racismo), es otra prueba de la mediocridad del liderazgo político de la Primera Potencia Mundial, cuya Democracia está siendo erosionada por quienes tienen el deber de protegerla y fortalecerla. El otro candidato a Presidente, el también lamentablemente Trump, probó que un delincuente puede ser candidato a Presidente de Estados Unidos aunque intentó desconocer los resultados electorales cuando perdió la reelección y orquestó o participó en el Gran Berrinche en el Capitolio para intentar impedir la investidura del nuevo Presidente. Si a ésto unimos el racismo de Trump quien dijo que «los mexicanos eran unos delincuentes» y él, en su generalizada ignorancia, entiende por «mexicano» a todos los latinoamericanos desde México a la Argentina, la hipocresía de Biden, quien apoya a Netanyahu y le regala bombas para que los militares de Israel maten a inocentes civiles, la mayoría mujeres y niños, árabes palestinos habitantes de la Franja de Gaza mientras les lanza por paracaídas ayuda humanitaria cuyo fácil acceso le impide su aliado Netanyahu, sumado a la barbarie de la cárcel que el Gobierno de Estados Unidos mantiene en Guantánamo (Cuba) en la que torturan a los presos y se violan todos sus derechos humanos porque allá el Gobierno de Estados Unidos se olvida de su propia Constitución porque creen que si un ser humano no es ciudadano de Estados Unidos no tiene ningún derecho y está bajo la arbitrariedad de sus gobernantes y funcionarios, quienes juraron cumplir, defender y hacer cumplir la Constitución de los Estados Unidos, que por simple lógica debe aplicarse en todas sus bases militares en el extranjero así como se aplica en sus embajadas ?Acaso la base militar, naval y aérea de Guantánamo en Cuba no está sometida a la Constitución de los Estados Unidos de América que rige para todo el personal militar y civil que trabaja para el Gobierno de Estados Unidos en sus embajadas, consulados y bases militares en el mundo? Lo que pasa en Guantánamo, donde se tortura a los prisioneros extranjeros, es una ignominia y una irrefutable violación a la Constitución de los Estados Unidos y a los Derechos Humanos consagrados por el Derecho Internacional Público y la Organización de las Naciones Unidas (ONU), aunque quizás los jueces de Estados Unidos tarden un siglo para reconocer que torturar a los prisioneros en sus bases militares en el extranjero es un crimen, como tardaron un siglo para reconocer que la esclavitud era contraria a la libertad natural de todos los hombres, conforme a su propia «Declaración de Derechos». Veremos si los jueces de Estados Unidos se atreven a darle validez a las «Órdenes Ejecutivas» sobre las Leyes aprobadas por el Congreso de Estados Unidos. Todo es posible en un mundo donde muchos califican de «gran jurista» al imbécil Carl Schmitt, el abogado nazi adulador de Adolfo Hitler, quien copiando al Rey Luis XIV, famoso por decir en francés «El Estado soy yo», dijo que la voluntad de Hitler era la Ley de Alemania y creyéndose un niño en la edad de la inocencia jugando con sus soldaditos de plomo, cometió la desmesura de «dividir el mundo» en «el Derecho de los Amigos y de los Enemigos» para justificar la dictadura totalitaria, criminal y genocida de Adolf Hitler. Y aún existe gente que admira a ese nazi llamado Carl Schmitt como también admiran a otro nazi detestable, nazi de uniforme y propagandista de Hitler, informante de la Gestapo e instrumento para someter a las universidades alemanas al control absoluto del Partido Nazi, el execrable Martin Heidegger, a quien su desprecio y odio por los judíos (documentado en sus «Cuadernos Negros», publicados en forma póstuma), a quien su racismo, no le impidió aprovecharse de su condición de profesor y renombrado «filósofo» para convertir a una de sus alumnas, en su amante (porque Heidegger estaba casado), aunque era judía, miembro del pueblo semíta (como también son semítas los árabes) al que tanto despreció como racista y como nazi.

  3. Nota: Corregí varios errores que afectaban la lectura de mi opinión: Ésta decisión del lamentable Presidente Biden, con las cuestionables «Órdenes Ejecutivas», de suspender las leyes aprobadas por el Congreso que regulan en Estados Unidos el Derecho de Asilo, solo para los migrantes en la frontera con México (clara muestra de racismo), es otra prueba de la mediocridad del liderazgo político de la Primera Potencia Mundial, cuya Democracia está siendo erosionada por quienes tienen el deber de protegerla y fortalecerla. El otro candidato a Presidente, el también lamentable Trump, probó que un delincuente puede ser candidato a Presidente de Estados Unidos aunque intentó desconocer los resultados electorales cuando perdió la reelección y orquestó o participó en el Gran Berrinche en el Capitolio para intentar impedir la investidura del nuevo Presidente. A Biden y Trump los une el empeño en degradar a los Estados Unidos a República Bananera: El racismo de Trump, quien dijo que «los mexicanos eran unos delincuentes» y él, en su generalizada ignorancia, entiende por «mexicano» a todos los latinoamericanos desde México a la Argentina; la hipocresía de Biden, quien apoya a Netanyahu y le regala bombas para que los militares de Israel maten a inocentes civiles, la mayoría mujeres y niños, árabes palestinos habitantes de la Franja de Gaza mientras les lanza por paracaídas ayuda humanitaria cuyo fácil acceso le impide su aliado Netanyahu; la barbarie de la cárcel que el Gobierno de Estados Unidos mantiene en Guantánamo (Cuba) en la que torturan a los presos y se violan todos sus derechos humanos porque allá el Gobierno de Estados Unidos se olvida de su propia Constitución porque creen que si un ser humano no es ciudadano de Estados Unidos no tiene ningún derecho y está bajo la arbitrariedad de sus gobernantes y funcionarios, quienes juraron cumplir, defender y hacer cumplir la Constitución de los Estados Unidos, que por simple lógica debe aplicarse en todas sus bases militares en el extranjero así como se aplica en sus embajadas ?Acaso la base militar, naval y aérea de Guantánamo en Cuba no está sometida a la Constitución de los Estados Unidos de América que rige para todo el personal militar y civil que trabaja para el Gobierno de Estados Unidos en sus embajadas, consulados y bases militares en el mundo? Lo que pasa en Guantánamo, donde se tortura a los prisioneros extranjeros, es una ignominia y una irrefutable violación a la Constitución de los Estados Unidos y a los Derechos Humanos consagrados por el Derecho Internacional Público y la Organización de las Naciones Unidas (ONU), aunque quizás los jueces de Estados Unidos tarden un siglo para reconocer que torturar a los prisioneros en sus bases militares en el extranjero es un crimen, como tardaron un siglo para reconocer que la esclavitud era contraria a la libertad natural de todos los hombres, conforme a su propia «Declaración de Derechos». Veremos si los jueces de Estados Unidos se atreven a darle validez a las «Órdenes Ejecutivas» sobre las Leyes aprobadas por el Congreso de Estados Unidos y le dan la razón a Biden para suspender las leyes de Asilo de Estados Unidos. Todo es posible en un mundo donde muchos califican de «gran jurista» al abogado nazi Carl Schmitt, gran adulador de Adolfo Hitler, quien copiando al Rey Luis XIV, famoso por decir en francés «El Estado soy yo», dijo que la voluntad de Hitler era la Ley de Alemania y creyéndose un niño en la edad de la inocencia jugando con sus soldaditos de plomo, cometió la desmesura de «dividir el mundo» en «el Derecho de los Amigos y de los Enemigos» para justificar la dictadura totalitaria, criminal y genocida de Adolf Hitler. Y aún existe gente que admira a ese nazi llamado Carl Schmitt como también admiran a otro nazi, todos detestables, nazi de uniforme y propagandista de Hitler, informante de la Gestapo e instrumento para someter a las universidades alemanas al control absoluto del Partido Nazi, el execrable Martin Heidegger, a quien su desprecio y odio por los judíos (documentado en sus «Cuadernos Negros», publicados en forma póstuma), a quien su racismo, no le impidió aprovecharse de su condición de profesor y renombrado «filósofo» para convertir a una de sus alumnas, en su amante (porque Heidegger estaba casado), aunque era judía, miembro del pueblo semíta (como también son semítas los árabes) al que tanto despreció como racista y como nazi. Aún vivimos tiempos de barbarie, que es irracional e incoherente. Tales taras explican que aún hoy exista gente en el mundo que admire a gente como Carl Schmitt, Martin Heidegger, Adolf Hitler, Stalin, Mussolini… y paremos de contar.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba