Aumenta a 1.234 la cifra de muertos tras terremoto y tsunami en Indonesia
Este martes se elevó a 1.234 la cifra de víctimas mortales que causó el terremoto de magnitud 7,5 y el posterior tsunami que golpeó la isla de Célebes en Indonesia el pasado viernes.
El aumento de cifra de muertos se debe a que los equipos de rescate han podido ingresar a zonas que estaban inaccesibles desde el pasado viernes.
El portavoz de la Agencia Nacional de Gestión de Desastres (BNPB), Sutopo Purwo Nugroho, informó que 26 países y dos organizaciones internacionales ofrecen ayuda en la búsqueda y atención de víctimas en ese país. No obstante, Sutopo admitió que hay áreas en la región central de Célebes en las que todavía es difícil acceder.
De igual manera, Supoto también informó por la red social Twitter que los habitantes de la ciudad de Palu toman su propio combustible en las estaciones de servicio utilizando bidones y botellas. «El estado de la bomba de la estación de servicio fue gravemente dañado por el terremoto y el tsunami en la ciudad. Pertamina continúa enviando suministros de combustible por la Policía Nacional», redactó.
Masyarakat mengambil sendiri BBM di SPBU dengan menggunakan jerigen dan botol. Kondisi pompa SPBU banyak rusak terkena gempa dan tsunami di Kota Palu. Pertamina terus mengirim pasokan BBM dengan dikawal Polri. Perlu perbaikan darurat SPBU. pic.twitter.com/v1KvlfpMtT
— Sutopo Purwo Nugroho (@Sutopo_PN) October 2, 2018
«Hay algunos sitios a los que no podemos llegar, pero no muchos. En Donggala por ejemplo hay algunos distritos donde tenemos que enviar suministros en helicóptero», corroboró el coronel Muhammad Thohir, del Ejército indonesio.
El coronel indicó que los suministros de carburante y agua potable están llegando, aunque aún son insuficientes para las necesidades de decenas de miles de afectados que lo han perdido todo.
Asimismo, se trabaja en restablecer el servicio eléctrico y el de las telecomunicaciones, y en reabrir las carreteras.
El militar afirmó que otras prioridades son hacer llegar comida a las personas que más lo necesitan, enterrar los cadáveres en las fosas comunes y garantizar la seguridad del aeropuerto, al que se prevé que desde mañana lleguen vuelos comerciales.