Allanaron las propiedades de Cristina Kirchner
El palacio de justicia de Argentina vivió este miércoles un insólito desfile de acusados por corrupción o por la política cambiaría de la expresidenta Cristina Kirchner, que tuvo un nuevo cara a cara con un juez con el que se detestan.
Centenares de manifestantes kirchneristas (peronistas de centroizquierda) acompañaron a la exmandataria a los procedimientos frente a su archienemigo, el juez Claudio Bonadio. El magistrado la acusa de haber causado daño financiero al Banco Central por sus medidas contra la devaluación en 2015.
«Quedó en claro el hostigamiento de lo que yo llamo ‘el Partido Judicial’ y sus acusaciones ridículas», dijo a la prensa Kirchner, de 63 años. La rodeaban eufóricos activistas con banderas y tamboriles, como en su primera declaración judicial el 13 de abril.
La presencia de la exgobernante en tribunales fue el clímax de una jornada judicial politizada. El gobierno montó alrededor del edificio un operativo pocas veces visto. Centenares de efectivos armados hasta los dientes, con chalecos antibala, cascos y escudos, blindaron varias manzanas como si hubiera peligro de un ataque terrorista.
«Hacen un uso político de esta causa», dijo Kirchner. Bonadio sostiene que cuando ella era presidenta (2007-2015) impulsó en el Banco Central la venta de dólares a futuro a un precio bajo. Acusa que esa operación provocó fuertes pérdidas a la autoridad monetaria.
Kirchner afirmó que los contratos a futuro «fueron firmados por CEOS (directores de empresas) que después se convirtieron en funcionarios del gobierno (de Mauricio Macri). Devaluaron y le preguntaron a Bonadio si el Banco les podía pagar los futuros. Les dijo que sí».
La operatoria de futuros consiste en fijar un precio de la divisa a tres o cuatro meses, como inversión. Si el tipo de cambio baja, el Banco Central gana dinero. Si se devalúa, el Banco pierde. Una de las primeras medidas de Macri fue liberar el tipo de cambio, y la devaluación llegó a 32%.
Otra pelea judicial es la que mantiene Kirchner con la diputada aliada del macrismo Margarita Stolbizer. La legisladora la acusó de tenencia oculta de cinco millones de dólares.
«Es una falsa denuncia. Yo había convertido a pesos mis ahorros en 2012 para dar un mensaje a la sociedad. Pero ahora no confío en este gobierno y volví a comprar dólares con mis ahorros», explicó Kirchner.
Lavado de dinero
La expresidenta insiste que todas estas acusaciones contra ella son una cortina de humo para tapar el impacto de las últimas medidas del gobierno de Macri como el «tarifazo» que aumentó los precios de luz (y acabó con la reducción de los subsidios al consumo), la alta inflación y la recesión en el país.
La semana pasada fueron allanadas propiedades de la exmandataria en la Patagonia (sur). Bonadio la investiga por presunta vinculación financiera con Lázaro Báez, un empresario constructor que hizo una fortuna durante el kirchnerismo (2003-2015) y que actualmente se encuentra en prisión imputado de lavado de dinero.
Báez fue el miércoles parte del desfile de indagados en tribunales. No se cruzó con Kirchner en los pasillos. Presentó un escrito ante el juez y fue llevado de vuelta tras las rejas.
Otra citación alcanzó a un exfuncionario clave de Kirchner, el exministro de Planificación Julio de Vido. En su caso, se lo investiga por presuntas irregularidades con los fondos de un plan de viviendas que impulsaba la entidad humanitaria Madres de Plaza de Mayo.
Hebe de Bonafini, titular de las históricas Madres, también ha sido citada pero dijo que no va declarar ante «los jueces de Macri» que le organizaron una «persecución política». Podría ser conducida a declarar por la fuerza pública.