Acusan al reguetonero Drizmali de contrabando de droga desde Colombia y Venezuela
El reguetonero Arthur William Rodríguez, conocido en el ámbito musical como «Drizmali», fue acusado por el gobierno de Puerto Rico de contrabando de cocaína desde Colombia, Venezuela y las Islas Vírgenes Británicas y Estadounidenses desde 2017.
La acusación de la Fiscalía Federal se extiende a otras 23 personas, donde también destaca un funcionario adscrito a las Fuerzas Unidas de Rápida Acción (FURA) de la Policía de Puerto Rico.
Se presume que Drizmali, quien se presentó en la película «Fast Five» y entre su repertorio musical se encuentra «Takita», es el líder de la banda criminal junto con el uniformado.
Hasta ahora, las autoridades aseguran que Arthur William Rodríguez está prófugo, mientras que José A. Aquino fue detenido el lunes 21 de febrero. El funcionario, de 42 años, tenía una trayectoria de 21 años de servicio en el cuerpo policial.
«Los hechos que se le imputan al agente Aquino son inaceptables en el Negociado de la Policía de Puerto Rico. Este hombre nunca debió vestir el uniforme de la Policía y ahora va a vestir el uniforme que merece, el de preso», dijo el jefe policial.
Según los datos de la Fiscalía, 20 de los acusados son hombres y 4 son mujeres. El grupo realizó múltiples viajes entre Puerto Rico y las Islas Vírgenes Británicas y Estadounidenses mientras transportaban narcóticos, a través de dos o tres embarcaciones a fin de distraer a los agentes del orden. Para distribuir la droga, emplearon el Servicio Postal de Estados Unidos.
Cargos
Los acusados enfrentan siete cargos por tráfico de drogas, mientras que cuatro de los imputados también afrontan cargos de conspiración para blanquear dinero.
«Los arrestos de hoy desmantelan una organización que coordinaba no sólo el contrabando internacional de drogas, sino también el movimiento de las ganancias de la droga, esencial para el éxito de estas actividades ilegales», dijo W. Stephen Muldrow, fiscal federal para Puerto Rico en un comunicado.
Los entes encargados de los arrestos fueron la Agencia Antidrogas estadounidense (DEA, en inglés) y la Oficina de Investigaciones de Seguridad Interna del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE-HSI, en inglés) en Puerto Rico, y la policía local.
«Continuaremos maximizando nuestros esfuerzos multi-agencia y combinaremos recursos para investigar y procesar a aquellos que hacen contrabando de drogas a Puerto Rico», señaló Muldrow.
La pena mínima que enfrentan los acusados es de 10 años, pero también podrían ser condenados a cadena perpetua.