Acompañamiento internacional favorecerá transición democrática en Venezuela
Mucho se ha insistido en la importancia de la combinación de factores tanto en el plano nacional como internacional para conseguir la fórmula adecuada en el camino hacia una resolución pacífica y democrática a la severa crisis que vive nuestro país. Desde el exterior, entidades y mecanismos multilaterales como la Organización de Estados Americanos (OEA), la Unión Europea, el Grupo de Lima y el Grupo Internacional de Contacto, han reiterado que la realización de unas elecciones verdaderamente libres y justas es un punto crucial para el desenlace que la inmensa mayoría de los venezolanos desea.
En este contexto, Estados Unidos presentó el pasado 31 de marzo el denominado Marco para la Transición Democrática, que -apunta el Departamento de Estado– establece una senda, basada en criterios de equidad y sentido común, para resolver el conflicto venezolano.
Transición aceptable para todos
La propuesta anunciada por el jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, insta a establecer un Gobierno de Transición que resulte aceptable para un amplio espectro de sectores y organice elecciones presidenciales libres y justas, a la vez que genere una vía para el levantamiento de sanciones estadounidenses relacionadas con la gestión de Nicolás Maduro. El marco protege los intereses y el capital de todos los venezolanos y ofrece un camino para el restablecimiento de la democracia, en una estrategia que va de la mano con las iniciativas concebidas por el Gobierno interino que preside Juan Guaidó, que incluye la consulta popular, que se efectuará entre el 7 y 12 de diciembre próximos y que ya ha recibido el respaldo de Estados Unidos.
Consejo de Estado con poder ejecutivo
Dentro de los aspectos más resaltantes que establece este Marco de Transición para Venezuela se plantea que la Asamblea Nacional aprobará una ley de un «Consejo de Estado«, para la creación de un cuerpo que se convertirá en el Poder Ejecutivo, en el que cada partido o coalición de partidos con un 25% de miembros en el Parlamento escoge a dos miembros del Consejo de Estado, siendo uno de ellos un gobernador de algún estado del país.
Posteriormente, los cuatro miembros del Consejo escogen a un quinto miembro, que fungirá como secretario general y que se desempeñará como presidente interino hasta que se lleven a cabo unos comicios y a quien no se le permitirá presentarse como candidato a la elección a la presidencia. Señala la propuesta que los miembros del Consejo no podrán ser integrantes de la Asamblea Nacional ni del Tribunal Supremo de Justicia.
Del mismo modo, las decisiones que el Consejo de Estado tome serán por mayoría de votos, mientras que un miembro de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) se desempeñará como asesor militar del órgano ejecutivo.
Recomponer al país
Otro punto fundamental de la propuesta de solución estadounidense se dirige a que todas las facultades conferidas al presidente por la Constitución serán concedidas exclusivamente al Consejo de Estado. De igual forma, EE. UU. y la Unión Europea retirarán las sanciones a quienes se habían atribuido facultades presidenciales, y que les fueron impuestas debido a los cargos que habían ocupado, una vez el Consejo de Estado esté operativo y esas personas renuncien a cualquier otra pretensión de ocupar cargos ejecutivos y acepten al nuevo órgano como Poder Ejecutivo único.
Todas estas medidas tendrán como objetivo recomponer el menguado panorama interno político. Pero unido a ello, la comunidad internacional brindará apoyo humanitario, electoral, económico y de gobernanza, además de desarrollo y seguridad, con un enfoque inicial especial en el sistema de atención médica y en el suministro de agua y electricidad.
Apoyo en lo económico y social
En este sentido, todos los venezolanos deberán tener el mismo acceso a los programas de bienestar social actuales y que ahora recibirán el apoyo complementario internacional. Para ello, se iniciarán negociaciones con el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Interamericano de Desarrollo para la necesaria implementación de los principales programas de apoyo.
Una vez se establezca el Consejo de Estado, quedarán suspendidas las sanciones que Estados Unidos aplicó a factores gubernamentales, miembros de las Fuerzas Armadas, asi como a Petróleos de Venezuela y al sector petrolero.
Enfoque bipartidista
Sobre este punto, es menester hacer mención al panorama interno de Estados Unidos, en donde el demócrata Joe Biden obtuvo la victoria en las elecciones presidenciales del pasado 3 de noviembre, aunque el presidente vigente, Donald Trump insiste en sus denuncias de que hubo fraude, por lo que ha insistido en que llevará el caso ante los órganos de Justicia de aquel país.
Ante estas interrogantes, hay que subrayar que tal como lo dijo el recién nombrado embajador de Estados Unidos para Venezuela, James Story, el tema Venezuela tiene un enfoque absolutamente bipartidista, por lo que cualquier sea el escenario a propósito de la futura política internacional estadounidense, Washington continuará respaldando a las fuerzas democráticas venezolanas.
Respaldo a la consulta popular
Como muestra de ello, Story afirmó que Estados Unidos apoya la consulta popular promovida por el Gobierno interino de Juan Guaidó y auguró que la misma «será todo un éxito«, que marcará un hito nacional para retomar la presión interna.
En cualquier caso, tomando en cuenta las diferencias de estilo y la posibilidad de una postura más cercana hacia una solución negociada que pueda implementar una nueva Administración con Joe Biden a la cabeza, el presidente electo ha dejado en claro el carácter dictatorial del régimen de Nicolás Maduro. En este ámbito se espera que el embajador James Story desempeñe un rol significativo para impulsar una política que conduzca a una salida sin traumas del madurismo del poder y que se fortalezca el proceso de transición para obtener la libertad que nuestro país anhela.